Una de las divisiones más acertadas para clasificar a los individuos en cualquier colectivo es la que planteó el historiador Carlo María Cipolla. Lo explicó en su obra "Allegro ma non troppo", en donde formula su célebre Teoría de la Estupidez.
Según el profesor Cipolla, se puede reducir cualquier colectivo a cuatro grupos, y el criterio para clasificarlos se basa en el resultado que produce la interacción entre el individuo y los demás.
Inteligente
La persona inteligente es la que en su interacción con los demás consigue un beneficio para sí mismo y un beneficio para los demás.
Malvado
La persona malvada es la que en su interacción con los demás consigue un beneficio para sí mismo y un perjuicio para los demás.
Incauto
La persona incauta es la que en su interacción con los demás consigue un perjuicio para sí mismo y un beneficio para los demás.
Estúpido
La persona estúpida es la que en su interacción con los demás consigue un perjuicio para sí mismo y un perjuicio para los demás.
Si examinamos este gráfico, veremos que:
Tanto el inteligente como el incauto, consiguen un beneficio ajeno.
Tanto el malvado como el estúpido, consiguen un perjuicio ajeno.
Tanto el inteligente como el malvado, consiguen un beneficio propio.
Tanto el incauto como el estúpido, consiguen un perjuicio propio.
Una de las conclusiones más sorprendentes a las que llega el profesor Cipolla en su estudio sociológico es que el porcentaje de estúpidos siempre es mayor de lo que uno pudiera pensar y que el mismo porcentaje de cada categoría se encuentra en cualquier ámbito social.
El hecho de ser inteligente o estúpido, por ejemplo, no tiene nada que ver con los estudios, el nivel cultural, la clase social, el nivel económico, etcétera.
Es decir, que si uno estudiara las vidas de todas las personas que han ganado el premio Nobel obtendría un porcentaje de estúpidos que es muy similar al porcentaje de estúpidos de cualquier otro colectivo, por muy incultas o ignorantes que sean las personas de ese colectivo.
Esta clasificación nunca es absoluta. Por lo tanto, no existe nadie que sea malvado en el 100% de sus interacciones, ni tampoco nadie que sea incauto en el 100% de sus interacciones.
Pero sí existe que una de las cuatro tendencias sea la mayoritaria en la vida de una persona. Una persona inteligente lo será porque en la mayoría de sus interacciones consigue un beneficio para sí mismo y para los demás, aunque en alguna ocasión se comporte como un incauto (perjuicio para sí mismo, beneficio ajeno) o un estúpido (perjuicio para sí mismo y para los demás).
Por lo tanto, y puesto que todas las personas nos comportamos siguiendo las cuatro posibilidades, uno será merecedor de un calificativo u otro en función de qué resultado consigue en la mayoría de sus interacciones.
Y esa tendencia mayoritaria es lo que regirá la vida de esa persona.
Que buen articulo, investigare un poco mas pero gracias por adelantarme un poco. saludos
¡Gracias, me alegro! Saludos
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Excelente! fue algo gracioso e sido incauta y estúpida muchas veces... pero también algo de inteligente. Estoy pendiente de lo que escribe.
Interesante teoría social!! 👍
Excelente post, exitos.
Que interesante Articulo, siempre he creído que cada individuo posee ciertos arquetipos que nos convierten en momentos Estúpidos,malvado,inteligentes e incautos, todos somo eso y algo mas muy bueno.
que pendejada poniendo al malvado alli en vez del incauto digo no hay mas 100 millones en tu contra.estupido mas bien manipulable hacia una ideas progresistas