¡Saludos amigos steemians!
Hoy quiero hablarles sobre uno de los grandes fenómenos que hemos visto crecer en América Latina y es sin duda el Populismo. Parece curioso que en las últimas décadas sus límites se hayan ampliado haciéndose presente en casi todo el territorio latinoamericano, sin contar con algunos países europeos como la misma España. Sin embargo, aunque nos parezca que es una mina del ideario joven, la verdad es que el Populismo ha estado presente desde hace siglos en nuestro territorio.
La cabida del Populismo en Latinoamérica no debe extrañarnos considerando la historia que nos precede. A mi juicio, y tomando en consideración la opinión de diversos autores expertos en la materia, el génesis de este fenómeno proviene de la época de la colonización europea. Con la llegada de cientos de españoles, portugueses, alemanes, italianos y demás europeos, los habitantes del anterior paraíso terrenal fueron objetos de dominación bajo su mano. Como bien relata la historia no tan lejana, las tierras fueron expropiadas a sus dueños naturales así como sus mujeres y bienes. Dicho de otro modo, pasaron de la libertad plena a ser dominados por el yugo europeo.
Con los colonizadores vinieron sus costumbres y políticas, algunas de las cuales se mantienen hasta nuestros días. Pero con el pasar de los años, algunos rebeldes de la época decidieron alzar sus voces y declarar la independencia. Cabe destacar que quienes llevaron la batuta en esas luchas fueron mayormente personas de cierto poder, los cuales se ganaron un liderazgo y renombre que hasta el día de hoy se ha de recordar.
http://www.cunadelanoticia.com/?p=27733
No es mi intención hacer un tratado de historia independentista en este breve post, sino evidenciar el hecho de que posterior a estos procesos fueron diversos los liderazgos que se impusieron siempre con la idea de liberar al pueblo de las fuerzas que lo oprimen. Se creó entonces en el imaginario latinoamericano la idea de que los distintos entes externos, y en ocasiones internos, llegan a ellos para dominarlos, quitarles las riquezas que por derecho son suyas e imponer su poder, siendo ésta la causa de sus males, su pobreza y la gran diferencia de clases. Es allí donde nace la figura del caudillo, aquél líder que aparece para salvar al pueblo, restituirle sus “derechos” y guiarlo hacia la equidad social.
http://difusionrebelde.blogspot.com/2015/02/viva-la-lucha-antiimperialista.html
Con una máscara en ocasiones democrática y en otras revolucionarias, desde el Che Guevara hasta Chávez han jugado a reconstruir este imaginario, consolidando la idea del paternalismo que protege a los ciudadanos de las amenazas externas, como el imperio, los yanquis, la Corona, la OEA, y de las amenazas internas que funcionan como aliadas de las anteriores, tal es el caso del sector opositor, los partidos políticos, las grandes empresas y hasta las Organizaciones No Gubernamentales.
El Populismo se presenta entonces como un “Gobierno del Pueblo Para El Pueblo”, lo que justifica cada una de las aberrantes acciones que realiza el caudillo, tales como opresión, persecución, control cambiario, medidas antiliberales que conducen a desastres económicos e hiperinflación. Así mismo, establece un sistema de dádivas y ayudas sociales con el objetivo de mantener a las masas contentas. ¿El objetivo final? Alcanzar un latifundio político que conduzca a concentrar el poder en unas pocas manos, erradicar al oponente y convertir a los ciudadanos en minusválidos dependientes del gobierno de turno.
http://www.diarioalfil.com.ar/2017/05/24/populismo-y-corrupcion/
¿Es nuevo el Populismo en América Latina? Es evidente que no. ¿Puede erradicarse? Desde luego que sí, pero para ello es menester ser conscientes de la historia para tener un sentido del juicio y contar con la voluntad de decir “No” a las promesas ingenuas de falsas democracias que no permiten el empoderamiento real de los ciudadanos, lo que los mantiene en un yugo peor que el sufrido en la época colonial, ya que sin darnos cuenta hemos entregado en bandeja de plata nuestras libertades a cambio de una promesa falsa de estabilidad, justicia y equidad social.
EL populismo se sostiene bajo la idea de que un "padre magnánimo" viene a salvarnos de las tragedias, cuando lo único que busca es su exclusivo bienestar.
Así es, un paternalismo exhaustivo utilizado como instrumento de dominación.
es como una plaga que amenaza con propagarse. Esperemos no sea así. Culturalmente nuestros pueblos de América Latina esperan un Mesías que los libera, cuando el secreto es ser ellos mismos en su máxima expresión.
Así es, por lo que es importante ser consciente de esto y replicarlo para evitar que por ingenuidad cada vez más sociedades sigan cayendo en la trampa del discurso populista.
Muy interesante