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La ciencia ficción ya no es ficción. Ya está en la realidad, y es que se prevé que la fusión nuclear esté no tan lejos como se piensa.
Para el desarrollo de la misma, se dará en las próximas décadas una carrera por la conquista de la luna, en busca de su ansiado helio 3.Este material, serviría para proveer de energía a la humanidad durante varios siglos, ayuda necesaria en un siglo en que el aumento de la población, duplicará o incluso triplicará la demanda de energía neta.
¿Qué implicaciones tiene la explotación del helio 3 lunar? Aparte de las ventajas energéticas, existe otra conceptual, y es que la humanidad dará el salto desde una escala Kardashov tipo I a una tipo II.
¿Qué es eso de la escala de Kardashov?Es un sistema creado por un astrofísico llamado Nikolai Kardashov, para medir el grado de aprovechamiento energético de una civilización.
Se clasifica de esta manera:
Civilización tipo I: es aquella que únicamente puede explotar los recursos de su propio planeta. La humanidad, estaría actualmente en este nivel. Se mide en una escala que va desde el mínimo 0 hasta el máximo 1,y los humanos explotaríamos a un nivel de 0,72.
Civilización tipo II: capaz de explotar los recursos de todo el sistema solar. Aquí los humanos conseguiríamos explotar las riquezas de otros planetas y añadirlas a nuestra civilización. La conquista de la luna y la explotación de su helio 3, tendría como consecuencia el salto a este tipo de civilización.
Civilización tipo III: muy lejos de nuestros horizontes, pues aquí conseguiríamos explotar los recursos de la galaxia. Los científicos, auguraban en su día que nos llevaría 100 o 200 años convertirnos en una civilización tipo II-las últimas noticias indican una cercanía temporal mucho mayor-,pero la civilización tipo III estaría lejos de ser soñada.
Civilización tipo IV: aquí tenemos seres capaces de explotar los recursos de todo el universo. No hay juego para nosotros, y quizá las hiperinteligencias nacidas de IA, podrían aspirar a resolver este reto.
La humanidad se encuentra en un frágil equilibrio, donde si juega bien sus cartas puede conquistar el mundo más allá de sus límites. Sin embargo, caminamos por una ligera cuerda, y es remarcable que tan rápido como hemos acelerado en nuestra evolución, podemos retroceder si hacemos un mal uso de la misma.