Totalmente de acuerdo contigo, querido amigo, Miguel Ángel. Mantener los pies en firme contacto con la tierra marca la diferencia entre los sueños realistas, alcanzables y transformables en metas y las meras ilusiones que fácilmente se pierden en el camino o llevan a frustraciones.
Difícil posición la del chico, pero dicen que Brasil "no es el mismo", así que ya me contarás, jejej, sobre el desenlace, que dependerá básicamente de la objetividad de tu hijo. Aprovecho para felicitarte por la paternidad, forma de prolongarnos en la vida, como vida; pues el nuevo árbol sólo conserva de su especie, la especie.
En casa, yo solo disfruto los juegos, pero los hombres van cambiando segun los que quedan en la selección. Me explico: primero latinos, luego España, luego los otros.
Un fortísimo abrazo,
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