Creo que si han estado leyendo el blog, ha quedado claro. Pero igual lo repetiré: yo no tenía ni idea de a dónde estaba yendo. No hice planes, no tenía expectativas. El viaje en general tenía un objetivo y lo demás, sería ñapa.
[BITÁCORA DE LA CAPITANA: Ñapa en Venezuela es lo que suele ser sorpresa y no lo esperas, o sea, la definición de esta ciudad]
Entonces, para contarles sobre mi experiencia en esta ciudad tienen que entender el cuento como lo que fue: una cita a ciegas. Alguien pensó que nos caeríamos bien, aunque, en verdad, yo sólo pensaba en ella (sí, ella. Lima es una doña de rasgos fuertes, elegante, señorial, pero tiene una vibra muy masculina. Tiene rasgos indígenas pero se casó con un extranjero y viste super sobria, aunque colorida, por si se lo preguntaban) como quien me haría la segunda para conocer a Macchu Pichu.
Sí, suena terrible, pero lo bueno de todo esto es que no fue así. Resultó que Lima tiene maravillas que saltan a la vista. Aún así, esto no es una guía de viaje, ni un post sobre lo que no se pueden perder, ni mucho menos. Es un simple relato de lo que encontré cuando nos conocimos (y algunas explicaciones que me di a mí misma cuando investigué luego de regresar. O sea, lo que vi en la cita y lo que le stalkeé por Facebook cuando volví a mi casa).
La primera impresión: el camino del aeropuerto hasta la ciudad no es lo más bonito que hay que ver (eso fue como que cuando lo ves de lejos no te gustan sus zapatos), pero todo el mundo tiene algo raro, y como que lo del aeropuerto es una constante en todas las ciudades, así que no saquemos conclusiones apresuradas.
La verdadera primera impresión
(Inserte imagen de el Príncipe del Rap bajando del taxi aquí): Miraflores. Ok, Lima es como guapa. Edificios altos, modernos, calles amplias, un malecón, ¿Peroquéjesta belleza, vale? Nadie me había dicho que tu eras así (o sea, la vi de lejos y mira, fea no te es).
Lo primero que se nos ocurrió hacer fue ir a comer. Si me preguntan, la movida no fue nada original, pero esta ciudad sabe que en eso está más que eximida en la calificación, y creo que se quería lucir. Después del primer almuerzo, si llegan a salir con ella les diría que no importa si no haces ninguna otra cosa (que me perdonen sus sitios históricos) pero hay que comer. Tienes que comer ¡Debes ir a comer! Yo lo pondría como obligatorio. Eso de sacar las armas fuertes en las citas a ciegas sirve porque, incluso si terminan siendo amigos, eso va a hacer que se recuerden siempre con una sonrisa.
Eso sí, un taxista casi chocando me bajó de la nube de amor. Me perdonan si estoy generalizando, pero allá en Lima, la gente no maneja bien. Respecto a esto me imagino que es como cuando están hablando mientras cenan y le ves a la otra persona una caraota en el diente, o resulta que te dice que no le gustan los musicales. Es una alerta, pero todavía no es motivo para salir corriendo.
¡Epa! Un momento ¿Por qué el cielo es gris? Esto sí puede que sea un problema. Provocaba preguntarle '¿Pero tú siempre estás así de mal humor?' Primera duda existencial, porque pasaron los dos primeros días así, sin brillo. Yo no me enamoro de un sitio si el cielo está gris, eso no sale bien en las fotos ¿Será que vive de mal humor? Pues resulta que hay una razón meteorológica: El clima de Lima es subtropical, desértico y húmedo, todo al mismo tiempo. Eso significa que tienen un clima templado, no llueve nunca, pero es húmedo y con mucha nubosidad. Pero el dios de los viajes -y mi encanto, quiero pensar- me concedieron un cielo azulito por varias horas los días que quería hacer fotos y eso me hizo muy feliz (bueno, puede que tenga mal humor, pero conmigo se ríe. Puntos ahí).
Lima no es tonta: solo vi de las mejores cosas que tiene. Quizás no me las mostró todas para que quisiera volver a salir con ella, y probablemente me escondió todo lo malo que pudiese tener. Yo no vi tanta basura en el piso como dicen que siempre hay, no vi gente maleducada, no me sentí insegura. Es probable que no haya pasado suficiente tiempo, pero quiero volver a ver lo que me faltó. Así que logró el objetivo.
Además, te saca cosas como el Circuito Mágico de Las Aguas al final de la salida para que te embeleses. Al final, te das cuenta de que aunque no era tu primera opción, se cayeron bien, se viste bien, hace buenos chistes y no se pone con intensidades. Pero además, es tan buena vibra como para darte las buenas noches por mensajito. Sabe lo que hace, la condenada.
Los datos, aunque no sé si sean prácticos.
Como les digo, esto que escribo no tiene la rigurosidad de una guía de viaje, pero vamos desde el principio: el vuelo Caracas-Lima fue muy temprano en la mañana así que es poco lo que recuerdo, lo dormí completico. Luego, llegar desde el Aeropuerto Jorge Chávez hasta Miraflores es un trayecto de más o menos 40 minutos en taxi, que se tardó un poco más porque no encontrábamos quienes llevaran a 11 personas con una media de 1,80 m de altura más los morrales (excepto yo, que mido medio metro) sin cobrarnos la vida. Lo logramos en dos minivans -de las oficiales del aeropuerto, no agarren otras- sabiendo que lo de los taxímetros aquí no es muy estricto y se puede negociar el precio (como en Venezuela). Insisto en recordarles que el manejo correcto no es el fuerte de los locales. El resto del transporte público me pareció eficiente, e incluso en algún momento me monté en una camioneta por puesto cuyo precio y seguridad me parecieron razonables.
El centro histórico es claramente el plato fuerte de esta ciudad. Este paseo es primordial, y es increíblemente fotogénico, como casi todo en Peru.
El circuito no es difícil, todo está cerquita. Lo que conocí es más o menos así, llegando desde la estación Desamparados. Es fácil, la caminara hasta el Palacio de Gobierno son 5 minutos caminando, 7 hasta la Plaza Mayor. Todo lo demás esta a menos de 2 minutos de caminata, y lo mas lejos es la Plaza San Martín:
La Plaza Mayor la diseñó Francisco Pizarro, ¿Qué tal?, y la fuente que tiene en el medio es “nueva”, la pusieron como dos siglos después.
El Palacio de Gobierno era la casa de Pizarro y desde 1541 todos los gobernantes la han ocupado. Sobrevivió a un incendio a principios del siglo pasado.
Para la Catedral de Lima no tengo palabras. Es de las más bellas que he conocido. Al lado tiene un museo religioso.
El Palacio arzobispal está justo al lado y vas a ver que tiene balones hermosos, así como otros edificios cercanos, la mayoría de construcción original.
Plaza San Martín, dedicada a José de San Martín, el general argentino que liberó a Argentina, Chile y Perú.
Circuito Mágico del Agua- Parque de la Reserva, que tiene un Record Guiness y es recomendable que lo visites en la noche
El Barrio Chino es uno de los mas grandes de América del Sur y es donde están las chifas. Impelable.
Conjunto Monumental San Francisco de Lima, donde están las Catacumbas. Las descubrieron apenas en 1951.
Si quieren una primicia, les puedo decir que entren en el edificio del congreso, que hasta un tour por dentro nos dieron (no sé si sabían que eso se podía hacer, pero vale la pena). No nos cobraron nada y me pareció que es un buen acercamiento a la historia. En las páginas oficiales dicen que los tours se pueden hacer sábado y domingo, pero la verdad, yo no recuerdo qué día fui.
¿Ustedes creen que lo de las pirámides es solo Egipto, México y centro América? No señor. La Huaca Pucllana está en pleno corazón de Miraflores, y se supone que era un sitio sagrado en donde se enterraba a la nobleza de la era pre-inca. Sigue en restauración, así que todavía hay cosas nuevas que ver.
Aunque quede un poco lejos de lo que consideré lo más turístico, El Museo del Oro es una visita que vale la pena para que te bañes de cultura. La parte de arriba me pareció un poco extraña (tiene armaduras, armas en general, no lo entendí mucho) pero la parte del oro es asombrosa. Esta gente tenía sus buenos lingotes, aunque los usaron de adorno.
Fuimos a Los Polvos Azules (sí, así se llaman), que es algo así como el mercado de El Cementerio en Caracas. Quizás no es algo muy turístico, pero es que realmente fuimos por curiosidad y necesidad (alguien conectó un PlayStation sin convertidor y lo fundió, y nos mandaron para allá para arreglarlo. Es un mercado grandísimo lleno de puestos donde venden de todo aunque su procedencia no esté muy clara. Vayan sin grandes esperanzas y sin cosas de valor, si se animan a curiosear.
Obvio fuimos a un partido de fútbol en el Estadio Nacional, porque sí, a mí me gusta el fútbol. Era un partido de liga, nada determinante, pero la experiencia lo valió todo. Desde conseguir las entradas a última hora, hasta ver cómo un chamito vivía con su papá la emoción. A todas las ciudades a las que voy intento ir a un partido, o al menos al tour de un estadio.
Lo del Circuito Mágico de Las Aguas es un necesario. Durante el día es un parque muy bonito, y de noche puede ser hasta romántico. Cuando fuimos, había una exposición de la importancia del agua y del descubrimiento de Macchu Pichu, así que diría que es un parque bien aprovechado. Se pagan 12 soles la entrada y puedes meterte en varias de las fuentes.
Justo al lado del parque, entramos a un restaurante de chifa cuya salubridad se veía algo dudosa, pero el sabor lo compensa. La chifa es la interpretación peruana de la comida asiática, y es D I V I N A. Así que cierren los ojos y entren a comer y ya. Y si es por comer, ya les dije: coman todo lo que puedan. No sé si existe todavía pero fuimos a comer a un sitio llamado El Pez-on (sí,así se llamaba). Buenísimo. Además, comimos mucho en sitios chiquitos del centro y los alrededores, por 10 soles apenas. No muy relacionado con lo autóctono, pero también fuimos a los supermercados donde venden la comida por peso, y no no decepcionaron. También fuimos a un all you can eat en Larcomar. De resto, hicimos mercado y cocinamos en donde nos estábamos quedando.
Y hablando de Larcomar, yo que no soy de centros comerciales, ese me encantó. Es abierto, tiene una vista increíble y puedes ver a los parapentes paseando alrededor. Anda, baja a la playa, mete los pies en el Pacífico (es frío, para que sepan) o ¡Agarra una clase de surf! Yo no lo hice, pero algunos de los muchachos sí.
De resto, debes pasear y caminar. Probar la Inca Cola -muy dulce para mí, es más dulce que la Kolita venezolana- y la chicha morada, conocer a los perros peruanos, maravillarte porque hay tantas escuelas de cocina como tipos de papa en este país (por algo es la Capital Gastronómica de Latinoamérica), usar el transporte público, entender que los peruanos son la mata de la amabilidad y les encanta hacerte sentir atendido, y a diferencia de mi, ir con planes de todos los sitios que puedes conocer para que aproveches. A Lima quiero volver, porque sé que me faltaron cosas, así que luego haré un post de lo que sería mi viaje ideal (ahora sí, que ya investigué bien). Si quieren leer más, lean el post de Bienvenida a Perú y métanse a la página www. perú.travel.com.
¿Resumen de la cita a ciegas? No fue que me enamoré perdidamente, pero mira, pensé que se le podía echar un quintico. Nos hicimos ojitos y nos tratamos bonito. Fue un affair que duró poco, porque inmediatamente después tuve una experiencia tórrida e intensa con un tipo llamado Macchu (seh, un chiste fácil). Además, yo tenía que volver a pasar la Navidad con mi familia. Siempre supimos que no íbamos a tener nada a largo plazo. De vez en cuando me escribe y yo pienso en qué pasaría si volviese allá. Quedamos en términos tan amistosos, que le dije que sería fino repetir la salida en otro momento. Eso sí, todo en plan de panas.
Todas las fotos son mías y el mapa lo dibujé yo, basado en Google Maps.
Me gusta como has contado la historia de tu viaje a mi ciudad natal. Me ha gustado ver las fotos del sitio en el que crecí. Pero oye, no hace falta ir al barrio chino para comer chifa, esos están en tooodas partes jajaja
Jajajaja sí, después me di cuenta de que están por toda la ciudad! Me alegra muchísimo que alguien de allá lo haya disfrutado <3 espero volver pronto, es hermosa. Gracias por leer!
Si, tiene lo suyo. Y en pleno verano no esta nublado, en que momento del año fuiste tu? ( ademas si vieras en Holanda lo nublado que es...)
La verdad que yo siento mucho orgullo por mi país... y con referente a lo del chifa en todos lados, tienes razón XD... una vez un señor muy amigo mio me dijo "En el mundo nuestro plato bandera es el ceviche, pero aquí en nuestra criolla tradición es el chifa y la señora de la hamburguesa que la encuentras en cada esquina de cada barrio XD"... jajajaja.
jajajaja totalmente, asi es! vamos en Peru todos los platos son platos bandera!
excelente tu recorrido , me gusta lima ya por oidas me parece linda la muchacha con casi 500 años creo jejeje, gracias @monastirraki te sigo.
Jajaja, es una señorita! Mil gracias por leer, te sigo de vuelta!