El divorcio…
Y es que… ¿Quién se casa para divorciarse?
NADIE… es una total locura. Nos casamos con la idea de que será para toda la vida, que nos amaremos por siempre y para siempre, un@ compañer@ de vida que viene a complementar eso que nos falta, con quien formaremos la familia, y veremos crecer “la manada”. Todo esto, siempre es en condiciones ideales, al estilo de la vieja escuela, pues no siempre ocurre así.
En fin, motivos de divorcios hay muchos, y ese no es el verdadero tema. El verdadero asunto aquí es cuando fruto de ese amor frenético que surgió y que te llevó a creer que esa persona era el amor de tu vida surge un fruto, un retoño, ese nuevo ser que los mantendrá conectados por el resto de su vida.
Yo soy una mujer divorciada, lo hice cuando mi hija tenía 7 años edad debo admitir que fue muy duro. Fue uno de los mayores retos que tuve que enfrentar en mi vida.
No extrapolar los problemas de pareja a tus hijos, amigos, trabajo es una tarea titánica. Y sobre todo a los hijos, que están allí en la misma casa día a día y que por más pequeños que sean la realidad los irradia.
Cada cabeza es un mundo, y hay muchas maneras de reaccionar ante esta situación, lo importante es que principalmente no se trate al niño como a una pared, como si el niño fuese incapaz de entender, pero tampoco se involucre tanto como si él fuese el culpable del asunto.
Si el niño hace preguntas, responda de manera controlada y madura.
Entre otras recomendaciones y consideraciones, plasmo las siguientes:
No discutir delante del infante ni tocar temas inapropiados.
Esto evidentemente está mal, pues en medio de la rabia y la ira se pueden decir una cantidad de barbaridades que el niño no tiene por qué escuchar.
No hablar mal el uno del otro al niño.
La mamá es la mamá, y el papá es el papá. Esto es más común de lo que parece, no sé que ganan haciéndole reproches al hijo del padre/madre, como si el niño tuviese la culpa de los errores de los adultos. NO HAGAN ESTO, sus hijos se lo agradecerán.
No hablar con familiares y amigos el asunto delante del hijo.
Al hablar con amigos y familiares, puede que nos sintamos en aun más confianza que con la propia pareja, por lo que se pueden decir cosas PEORES que a la misma persona involucrada, por esto evitemos que los niños estén presentes. Si quieren desahogarse, que sea lejos del hijo.
Hablar directamente con el niño lo que está sucediendo en casa.
Será más impactante para el niño despertar un día y sencillamente no ver a su papá/mamá. Ser prudentes al hablar con él es importante.
Bajo ningún concepto hacer entender al niño que es culpable de la separación.
En algunos casos, los problemas de pareja empiezan con la llegada del bebé y que obviamente se agravan con el tiempo hasta su desenlace. Aunque este sea el motivo, no es necesario hacer sentí al niño culpable con comentarios insanos e impropios.
Y sobre todo, llenar al niño de amor, mucho amor de las partes involucradas.
Es importante también que las “negociaciones” y todo lo que implica el asunto se hablen fuera del alcance del niño, pues es en este punto donde por una u otra razón la separación se vuelve más hostil.
Fuente
No es fácil, pero tampoco imposible. Es importante cuidar la salud mental de los niños, la infancia siempre es la base en la que se fundamente el hombre, una proyección.
hay que tomar en cuenta estos consejos, muchas personas cometen actos de imprudencia en presencia de sus hijos y estos actos podrían marcar la vida de estos pequeños y ver a medida que crecen como optan actitudes inadecuadas .