Charles Burden era un granjero del condado de Warrenburg (Missouri), Estados Unidos, amante de los animales y en especial los caninos, reconocido en el pueblo por su admirable relación que tenía con su perro de caza foxhound, Old Drum. Su vecino, por el contrario, no era simpatizante de los animales. A pesar de eso tenía un rebaño de ovejas y temía que fueran comida para cualquier depredador, así que si uno de ellos traspasaba las barreras de su casa, no dudaba en quitarles la vida sin compasión alguna. Sus constantes amenazas a su vecino con matar a su perro no dejaban de cesar, aunque el perro no entraba a su hogar. Una noche, en 1869, Charles se topa con la devastadora sorpresa de encontrar el cuerpo sin vida de su gran amigo Old con varios impactos de bala en la cerca de su vecino. Ante tal crimen que había sucedido, Charles prometió a su compañero de cuatro patas hacer justicia por su muerte y no descansar hasta lograrlo.
Con las evidencias a su favor, el dueño de Old Drum hizo acto de presencia en la corte de su pueblo para cumplir lo que había prometido. Ante el caso presentado, las autoridades se rieron de él por pretender hacer justicia porque habían matado a su perro. En ese entonces, lo que consideramos hoy como maltrato animal solo era penalizado con un máximo de 150 dólares. El primer juicio lo perdió, pero fue tan consistente que el caso pasó a la corte del Estado.
Una gran desventaja que tenía el granjero era que su vecino, quien fue el asesino a sangre fría de su perro, era millonario y estaba representados por dos grandes abogados de esa época, por lo tanto obstaculizaba que el caso siguiera adelante. Charles y el coronel que lo estaba ayudando a seguir preparando el juicio ante la corte, aprovecharon la visita a Missouri de un reconocido abogado y asesor del presidente para que llevara su caso, pues ningún abogado del pueblo quería llevalo por miedo de hacer el ridículo por defender a un animal en Estados Unidos. George Graham Vest no dudó en hacerse cargo del caso y aceptó el desafío que ningún otro abogado se había atrevido.
En 1870, un año después de la muerte de Old, llegó el tan esperado día del juicio. Los abogados del acusado se basaban en el argumento de la pérdida económica que suponía la muerte del perro, era justo que Charlie y su abogado Vest se sentaran a escuchar la defensa de su demandado. Al finalizar el tiempo de justificación del acusado, Vest se levantó de su asiento y mientras caminaba de un lado a otro, expuso lo que realmente era importante: Un individuo había asesinado cruelmente a un perro. El abogado pronunció un discurso donde apelaron a las buenas cualidades que los caninos hacían a la familia y la fidelidad que ellos tienen pase lo que pase. Parte del discurso fue éste:
Caballeros del jurado: El mejor amigo que un hombre pueda tener, podrá volverse en su contra y convertirse en su enemigo. Su propio hijo o hija, a quienes crio con amor y atenciones infinitas, pueden demostrarle ingratitud. Aquellos que están más cerca de nuestro corazón, aquellos a quienes confiamos nuestra felicidad y buen nombre, pueden convertirse en traidores.
El dinero que un hombre pueda tener también podrá perderlo, se volverá en el momento que más lo necesite. La reputación de un hombre quedará sacrificada por un momento de locura o debilidad.Las personas están dispuestas a caer de rodillas para honrar nuestros éxitos, serán los que arrojen la primera piedra, cuando el fracaso ponga nubes sobre nuestro porvenir.
El único, absoluto y mejor amigo que tiene el hombre en este mundo egoísta, el único que no lo va a traicionar o negar, es su perro.
Señores del jurado, el perro de un hombre está a su lado en la prosperidad y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad. Dormirá en el frío piso donde sopla el viento y cae la nieve, sólo para estar junto a su amo. Besará la mano que no tenga comida para ofrecerle, lamerá las heridas y amarguras que produce el enfrentamiento con el áspero mundo.
Si la desgracia deja a su amo sin hogar y amigos, el confiado perro sólo pide el privilegio de acompañar a su amo para defenderle contra todos sus enemigos.
Y cuando llega el último acto y la muerte hace su aparición y el cuerpo es enterrado en la fría tierra, no importa que todos los amigos hayan partido. Allí, junto a la tumba, se quedará el noble animal, su cabeza entre sus patas, los ojos tristes pero abiertos y alertas, noble y sincero, más allá de la muerte.
Sus palabras sirvieron para ganar por lo que tanto Charles había luchado, el juicio y hacer justicia por su amado perro, también había cumplido su promesa que le hizo a Old. Este caso conmovió de tal manera al jurado y a la ciudad entera que cambió la historia judicial de Estados Unidos respecto al derecho de los animales y fue edificada una estatua en las inmediaciones de la corte de Warrensburg en recuerdo a Olr Drum.
Fuente
El discurso conocido como “Elegía al perro” dio origen a la frase que conocemos y repetimos muchas veces: el pero es el mejor amigo del hombre. Una frase que escuchamos y nos enseñan desde pequeños pero que pocos saben su origen. Les invito a ver una película llamada “El Juicio de Old Drum” donde podrán conocer más detalladamente de tan magnífica historia.
Agradecido estoy por haberte tomado un tiempo y leer este post.
Fuentes leídas para éste post: 1, 2, 3
Mi perrito, que ni llega a mi rodilla, me a mordido, lamido, y destruido mi casa y aun así no lo cambiaría por nada...bueno ¡Con excepción de la conducta!
Jajaja algunas veces provoca, pero no hay nada como tener un perro en casa. ¿Cuánto tiempo de vida tiene?
11 años y se ve de 3 jajajaja.
Que historia más hermosa.