Hoy me toco de nuevo trabajar durante toda la noche en el aeropuerto y nuevamente me mantienen despierta hasta el amanecer. Es tan agotador pero interesante a la vez…
En esta oportunidad quien me contó su historia fue a una joven que regresaba al país y que tenía que esperar durante toda la noche hasta el siguiente día para poder ir a Maracaibo. Al principio se acerco solo para pedirme el favor de cargarle la batería de su celular y al final se quedo conversando buen rato conmigo.
En ningún momento lo mencionó pero era notorio que venia de Ecuador.
La chica no dejaba de hablar de aquel país, de su experiencia con sus otros hermanos venezolanos que estaban allá. Mencionaba que desgraciadamente hubo quien dijo que los ecuatorianos eran unos indígenas, y que por ese comentario muchos venezolanos han sido despreciados. Que ella misma le dijo a una señora de Ecuador que ningún venezolano debería decir eso pues en nuestro país también tenemos a nuestros indígenas, y que nosotros no somos más que una mezcla de razas muy rica y variada, y que en cambio ellos son una sola raza propia y de nadie más.
También me contó que se sentía muy avergonzada de las acciones de algunos venezolanos que seguían con sus malas practicas en un país ajeno. Que en vez de poner en alto el nombre de su nación, lo ponían en vergüenza.
Y ese es el gran problema, que no importa cuanta gente buena y trabajadora se vaya al extranjero a echarle pichón si por unos pocos que hagan mal todos nos vamos a ver afectados. Por que lo malo, y es triste pero es así, siempre resaltara más que lo bueno.
Mi llamado de atención con todo esto es que no podemos seguir permitiendo que continúen con sus malos hábitos a donde sea que vayan. Siempre nos quejamos que las leyes aquí no se respetan, entonces, por que permitir que no se respeten en el extranjero.
Que nos duela nuestra familia y regañemos a quienes hacen mal.
Así como hizo aquella chica que me contó su historia, y en donde ella misma dio un aviso a las autoridades de aquel país de que su vecino estaba estafando a las personas. Vecino venezolano al igual que ella.
Que nos duela Venezuela y el país al que vayamos, cuidemos lo nuestro y lo de los demás.
Eso es muy cierto los venezolanos y no todos, si no un grupo molesto con sus acciones embarran a los demas.
Jamás lo había pensado, pero en el aeropuerto de Maiquetía se encuentras historias muy interesantes de gente que se ve en la obligación de dejar el país y gente que se ve en la obligación de regresar.
Siempre vemos los índices de emigración y sólo vemos un número, sin mucho significado detrás. Cuando escuchas historias como la de esta muchacha que volvía de Ecuador avergonzada por los emigrantes venezolanos, es que te das cuenta del efecto que están teniendo las emigraciones de Venezuela en la vida de muchas personas.
Muy buen post :)
Verdaderamente es una pena leer esto, pero era de esperarse. Buen post amiga
Muy lamentable esas acciones... Por eso también estamos como estamos en nuestro propio país. Gracias por compartir esa experiencia.