Fotografía por: Darius Bashar en Unsplash
Hola steemians, hoy me gustaría hablar sobre las pequeñas cosas que, aunque no le tomemos mucha importancia, son increíblemente liberadoras de estrés y hacen una diferencia que no solemos notar.
A mi parecer, las personas al pasar cierta edad comienzan a tener ciertas responsabilidades que necesitan para mantener su vida en orden y a flote.
Por ejemplo: un niño al entrar en el preescolar, comienza a tener responsabilidades con sus útiles, con sus compañeros de clase y profesores, así como con sus papas. Entonces el niño a medida que se va desarrollando comienza a entender que el crecer conlleva a ir de la mano con responsabilidades ya que al completar una, viene otra y así sucesivamente hasta que en cierto punto son tantas que terminan agobiándote y como la mayoría tiene que seguir la rutina por más extenuante que sea, comienza la necesidad de “algo”, es decir una ruta de escape para que podamos liberarnos un poco de tantas presiones.
Podemos decir que el hacer ejercicio, practicar un deporte, escuchar música, dibujar, hacer manualidades, entre otras… son las mas usadas como escape de estas agobiantes responsabilidades. Por supuesto que muchos no notan que, al hacer estas actividades, nos sentimos más relajados y con más energía para realizar incluso más tareas.
Fotografía por: Miguel Bruna en Unsplash
En mi caso escuchar música, dibujar, hacer manualidades o incluso pasar tiempo con la manada de perros que tengo es lo mas liberador que puedo poseer, ya que me permiten tener un respiro de tantas cosas atosigantes y hasta incluso a escapar un poco de la rutina que, sin incluso darme cuenta comienzo a tener. Lo que más me encanta es como después de pasar diez o quince minutos haciendo cualquiera de esas cosas, siento como mi mente encuentra más energía y fuerzas para hacer más actividades, entender lo que me parecía complicado, obtener nuevas ideas y aun con todo eso, sentirme bien por el simple hecho de haber relajado mi mente con algo tan trivial.
Suele suceder que cuando nos abrumamos, no sabemos donde termina yendo nuestra mente, ya que solo queremos un “respiro mental”. Así que nuestra mente vaga y pierde la concentración que a veces forzamos creyendo que bastara para tener nuestro enfoque total sobre algo, pero la verdad es que, si tú mente no descansa cuando se siente abrumada, no dejara que continúes trabajando efectivamente ya que solo querrá descansar y podrías terminar agarrando apatía por la actividad que estés realizando o que tengas que realizar (te guste dicha actividad o no).
Fotografía por: Thư Anh en Unsplash
¿Por qué digo que no solemos notar lo que nos hace liberar estrés o lo que nos impulsa a seguir continuando con lo que nos propusimos a hacer?
Pues en si las personas una vez que se sienten mejor, olvidan que fue lo que les permitió estar de esa manera, perdiéndose de algo que lamentaran cuando no recuerden como volver a sentirse bien cuando estén realizando alguna actividad que los lleve hasta un extenuante limite.
Fotografía por: Riccardo Mion en Unsplash
Entonces sí, en definitivo es importante para nuestra concentración y buena salud mental, el analizar y procurar notar cuales son estos “salvavidas” que empleamos para mantener sobre marcha los engranajes de nuestro cerebro en las cosas que nos interesan y conciernen, ya que desde luego que nos traerá una felicidad invaluable.
Fotografía por: Stavrialena Gontzou en Unsplash
Gracias por leerme, siempre un placer compartir un pedacito de mis pensamientos.