INCÓMODA ATRACCIÓN. Novela original.

in #spanish7 years ago

Hacía tres años que Amelia era la novia de Damián, un hombre tan indiferente, que la estaba lanzando a los brazos de Jaime.

Amelia, nació en Caracas, Venezuela y se crió allí hasta los 10 años. Su madre estudiaba en esa ciudad cuando conoció a su padre, se casaron y se quedaron a vivir allí. Pero cuando ella tenia 10 años, falleció su abuelo y su madre era la única hija de aquel gran señor que le dejó en herencia una agencia de publicidad en la ciudad de Maturín de ese mismo país.

Sus padres, lo pensaron mucho antes de mudarse a esa ciudad, pero al final lo hicieron. Poco a poco los padres de Amelia convirtieron aquella agencia que apenas era perceptible del mundo empresarial, en una de las más importantes. Tenían muchos empleados y, cuando termine el bachillerato su padre le aconsejó:

-Estudia Derecho, lo necesitarás. Sostener sola en un futuro este emporio empresarial te va a costar mucho esfuerzo mi dulce niña.

Amelia le hizo caso a su papá y estudió Leyes en una reconocida universidad de Maturín. Terminó la carrera a los 22 años y conoció a Damián, el estudiaba una carrera técnica administrativa de esas que duran solo tres años. Se enamoraron intensamente y el tiempo comenzó a pasar. Transcurrio muy deprisa, tanto que apenas si lo notaron.

Su padre falleció cuando Amelia tenía 26 años. le había advertido:

-Ten cuidado, puede que Damián nunca sea un profesional brillante, aunque sí es un buen marido, creo que es suficiente.

Su mamá aprobaba la relación y cuando Damián le dijo que no pensaba trabajar en su profesión, a Amelia no le importo. Aún no pensaba en el futuro. Era feliz a su lado.

Con el tiempo el amor comenzó a convertirse en un sentimiento lejano y pasaje, sin ansiedades para Amelia.

En una ocasión se fueron a un club, Damián estaba invitado y evidentemente es necesario decir que el es muy amigo de sus amigos, y nunca falla a la llamada de ninguno de ellos, tampoco se olvida del fútbol ni de sus salidas con aquel grupo que procedía del instituto donde había estudiado.

Aquel día precisamente le dijo:

-He conseguido trabajo en un banco.
¿Cómo lo lograste? - Le preguntó Amelia.
-Me ofrecieron esa oportunidad y seré el director en una sucursal.

Amelia inmediatamente pensó: Nos podríamos casar. Si el tenia algo seguro y yo ya tenia dinero, ¿Por que no? formar una familia, tener hijos y todo eso que compone el estado familiar de dos personas que se aman.

Iban en el auto, lo conducía Damián, era suyo, por supuesto, y ella lo miraba con interés. Era la primera vez que pensaba en un futuro con el. Lo que sentía por Damián era un cariño precioso, pero sin deseos ni ansiedades.

Su mamá le había dicho una vez:

-¿Qué pasa con Damián, Amelia?¿es que sus relaciones van a ser eternas? Yo puedo morirme un día cualquiera y no quiero dejarte soltera; ademas, a mi me gustaría tener nietos, y si ves que Damián no responde económicamente a tus necesidades, que venga aquí, que hay mucho trabajo.

-No, mamá -Le dijo Amelia-, Damián tiene lo suyo, aquí no va a trabajar, salvo que la necesidad lo obligue.

-Me parece bien, querida

Su mamá con frecuencia la llama Ame, tienen mucha amistad y se cuentan todo lo que les ocurre.

Ese dia, o mas bien esa tarde, el destino en la vida de Amelia daría un giro de mil grados. Llegaron a un club. Aún no habían entrado en el circulo de baile, cuando a Damian lo saludo un hombre. Parecía mayor, y Damian lo palmeó en la espalda, lo llamo Jaime, y su confianza la hizo pensar que eran muy amigos, aunque ella no lo conociera, y llevaban casi seis años de relaciones. Ella acababa de cumplir 28 y Damian tenia casi 35.

-Hombre, Jaime, lo saludo tocándole la espalda. Te presento a mi novia, Amelia Smith. ¿Querrías bailar con ella? tengo algo que hacer abajo.

-Por supuesto.

Jamie y Amelia se miraron. Sus ojos le produjeron una sensación extraña.

-Vamos- le dijo con una gran delicadeza apenas tocando su brazo

-Se fue con él.

Cuando le asedio por la cintura para bailar, su olor le produjo gran turbación y su proximidad la aterro. Nunca había sentido tal sacudida, el se separo un poco para mirarla.

-Si no quieres bailar ... le dijo-- Podríamos ir a tomar algo.

- No, no -- le dijo con voz temblorosa, prefiero seguir bailando.

Al día siguiente, se hallaba en la oficina trabajando como cada dia. su mama entro en su despacho, se miraron con un inmenso cariño, el que ella le inspiraba, una mujer elegante, aun joven, con los ojos azules y un aire de distinción inigualable. Es intuitiva, inteligente y simpática.

-¿Qué tal la pasaste ayer, querida? le preguntó y se sentó a medias en el sillón ante su mesa de trabajo.

Amelia se echó hacia atrás. Debo decir que es esbelta, alta, con el cabello fuerte, de color castaño y los ojos verdes heredados de su padre. Su mamá siempre la halaga. Damian lo hacía al principio, ahora ya era una rutina.

-Bien, muy bien. conocí a un señor.

¿A un señor?.

-Bueno, un amigo de Damian, me fui a bailar con él porque Damián no sé dónde se metió. Siempre me ocurre igual, me deja en brazos de sus amigos y él se va con otros. ¿Sabes, mamá? Me parece que a Damián le gusta el juego, siempre anda con las apuestas para acá y para allá, y presiento que cuando vamos a un sitio es porque está citado con sus amigos para jugar.

-Eso es peligroso, cariño ¿hasta ahora te has dado cuenta de esa adicción de Damián, después de tanto tiempo?

-Tenía mis sospechas, pero ayer lo vi claro. Me dejó con Jaime Machado.

-¿Y quién es ese?

CONTINUARÁ....