La semana pasada por casualidad de la vida me puse a buscar algo en el closet del cuarto de mi hija y me encontré con algo que tenía tiempo sin prestarle la mínima atención, sin mentira alguna tenía más de 2 años sin ver eso.
Se trata de mis 4 álbumes de estampillas, chamo de pana que tenía tiempo sin saber de ellos. Esos cuatro cuadernos los compre en 1995, época en la cual yo era un coleccionistas de todo. Mi papá trabajaba en los muelles de PDVSA y allí mantenía mucho contacto con marinos de diferentes nacionalidades y comenzó a llevar latas y botellas de cerveza a la casa, de allí nació mi interés por coleccionar latas y botellas de cerveza extrajeras. En mi juventud yo viajaba mucho a la Isla de Margarita en son vacacional, en la época dorada de la isla tú podías conseguir de todo, y esas barajitas de béisbol se conseguían de diferentes marcas y tipos, Topps, Fleer, Upper Deck, junto a todo esto y mi gran afición al béisbol de allí nace mi atracción a coleccionar ese tipo de barajitas.
Pero hoy les quiero comentar sobre ese hobby que para muchos parece un hobby de la realeza, la filatelia.
Toda esa afición por las estampillas surgió en los años 80, para esa época aquí en Venezuela circulaba una revista llamada Mecánica Popular, en la parte final de esa revista publicaban una sección llamada INTERCAMBIOS, allí se publicaban nombres de personas de diferentes países y sus intenciones de intercambio. Yo buscaba personas que quisieran intercambiar AMISTAD. Siempre fui un soñador y uno de mis grandes sueños era viajar y conocer el mundo, mediante esta forma conocería mucha gente a la cual podría ir a visitar.
De esa sección pude contactar con grandes amigos del mundo, Sonia del Carmen Martínez de Panamá, esta chica es periodista y en una ocasión la llame a su casa y me respondió su mamá, una llamada internacional era un regalo de barato en esa época, José Alonso Campos y Mabel Matamoros de Chile, Mabel me respondió las cartas por un año aproximadamente y luego desapareció, el pana José Alonso en todas sus cartas enviaba 3 postales de su país con una explicación tipo Wikipedia de la imagen y hasta ahora gracias a “SAN FACEBOOK” somos amigos todavía, Catherine Behrentz y Marlene Ivonne Baumann de Colombia, Cate era una chica muy sencilla, estudiosa y trabajadora en cambio Marlene tenía una estampa de actriz gringa, Alberto Fong de Cuba, este chamo siempre en sus cartas me comentaba de la situación que pasaba la gente en la isla, presagio de la que pasaría aquí en Venezuela, Silvia Zurita y Elvia Caiza de Ecuador, Elvia luego se fue a estudiar y trabajar a Italia, Cesario Silvestre de Republica Dominicana, él era estudiante de locución y reportero, lo que siempre recuerdo de este chamo era su ortografía, muy mala para ser reportero pero un excelente amigo, Branka Kouter de Eslovenia, con esta chica tuve que utilizar mi conocimiento del inglés, en esta amistad ella aprendió algo de español, Walter León de Perú y Yuri Cabrera de Guatemala, estos panas eran más amigos de José Alonso pero igual yo les escribía, Arlette de Costa Rica, a ella le debía regresar sus estampillas, siempre me decía: mis estampillas de vuelta, pero igual me quede con algunas, Minerva Mendoza de Estados Unidos. Por muchos años mantuve correspondencia con todos ellos; en aquellos años grabamos un casette con mensajes de felicitaciones para Silvia en su cumpleaños, ese casette recorrió varios países antes de llegar a Ecuador.
Nunca boté una carta de ellos ni tampoco los sobres, sobres que venían con estampillas, muchas de ellas muy pero muy bonitas. Allí me hice la pregunta: ¿Por qué no coleccionar estampilla además de la amistad?
De toda aquella cantidad de sobres logre obtener muchas estampillas, además les manifesté a mis amigos que estaba coleccionando estampillas y ellos me enviaban algunas en sus cartas.
Me fui otra vez a la sección de Intercambios de Mecánica Popular y tome las direcciones de las personas que quisieran intercambiar sellos (así le dicen en algunos países a las estampillas). Me contacte con Vladimir Bondarenko, un joven coleccionista de Ucrania, Milos Dhulos, un coleccionista de la Republica Checa.
De Vladimir obtuve una gran cantidad de estampillas de toda Europa, en su mayoría estampillas españolas y argentinas. Con Milos intercambie monedas y billetes por estampillas, yo le enviaba monedas y billetes venezolanos y el en cambio me enviaba estampillas, ya el año 1995 Checoslovaquia se había dividido en Republica Checa y Eslovaquia, él me enviaba estampillas de Checoslovaquia, osea estampillas que ya eran piezas muy coleccionables.
No me puedo olvidar de las oficinas postales de cada país, a esas direcciones envié un sin número de cartas. A muchos países de todo el mundo logre enviar cartas, Suiza, Cabo Verde, Marruecos, Ciudad del Vaticano, Noruega, Malta, Botswana, Chile, España, Nicaragua, Vanuatu, Australia, Egipto, Madagascar, bueno muchos más, decirle que hasta para Groenlandia envié y recibí. Siempre tuve problemas con los países asiáticos, ellos por su cultura supongo no me respondieron las cartas.
De Canadá me enviaban mensualmente folletos con las imágenes de las estampillas que saldrían en circulación para ese momento. Comprarlas era una vaina tan sencilla, llenar el formato que te enviaban en el folleto y en el mismo sobre metía los dólares para el pago y ya, nunca se perdió una carta con ese dinero adentro. De Canadá logre comprar directamente de su oficina postal muchas series completas, bellísimas estampillas. Ah! No me puedo olvidar de mis álbumes, allí compre 2 grandes y 2 pequeños, cuando me los enviaron debí buscarlos a la aduana del puerto de Guanta porque el cartero no podía entregarlos.
Recuerdo que en una ocasión un compañero de trabajo me dijo: ¿Para qué gastas ese dinero en esa vaina? Yo me lo gasto en cerveza…; mi respuesta como buen filatelista la recuerdo clarita, …tú te tomas una cerveza y a la media hora la orinas, mis estampillas se quedaran conmigo hasta que muera y luego de mi muerte le quedarán a mis hijos…
De Inglaterra recibí una revista cuyo nombre era PHILATELIC EXPORTER, recibí esta revista en 3 oportunidades y luego nunca más llegó, creo que fue debido a que nunca les compre nada. Pero allí pude apreciar cómo era el movimiento de la Filatelia en el mundo, habían personas que vendían lotes de 200, 400, 500 y 2000 estampillas, también personas que vendían una estampillas por mucho dinero, en esta revista aprendí que existían libros especializados en estampillas mundiales y que de acuerdo a su condición varia el precio de cada una.
¿Qué hay de las estampillas de Venezuela? También coleccionaba estampillas locales. En una oportunidad caminando por el Paseo Colón de Puerto La Cruz me topé con una tienda pequeñita, era un lugar en donde vendían suvenires para los turistas que visitaban la ciudad, que en aquellos años eran muchos, a la tienda entre por curiosidad y más que todo para conseguir algunas postales para mis amigos por correspondencia, y paso, BINGO!, el señor vendía estampillas venezolanas, pero nada de común tenían, eran estampillas antiguas, muy antiguas, de 1935, 1946, es más, en algunas de las estampillas dice EE.UU de Venezuela. Para 1985 ya esas estampillas tenían más de 40 años.
Allí compre todas las que pude conseguir, el señor las vendía en bolsitas, las compre todas. En una de esas bolsitas estaba la que yo considero mi joya filatélica más apreciada, hasta ahora no sé cuál es su valor monetario, pero su valor sentimental es muy grande. Es una estampilla monocolor sepia con el perfil de la cara de Simón Bolívar, de 25 centavos, pero lo que siempre me llamo la atención de ésta estampilla fue el matasellos, se puede leer Cara, imagino que se debe referir a Caracas, pero el tipo de letra es fuera de lo común, es una tipo de letra clásica corrida. La estampilla a la cual me refiero es la de la foto superior, por favor si alguien sabe cómo obtener su precio podría comentar, les estaría muy agradecido.
En una oportunidad fui a la oficina postal (IPOSTEL en aquel entonces) de Puerto La Cruz a enviar mis cartas y pregunte como era el trámite para comprar estampillas venezolanas nuevas en series completas. En señor muy amable me dijo que ninguno, que hablara con él para comprarlas al costo de venta. Click! Enseguida le dije que si podría ser en ese momento y me dijo que sí. El señor me paso para su cubículo en el cual tenía una gran caja fuerte tipo película, le dio vueltas a la perilla de los números, para adelante y para atrás y abrió la puerta de la caja. Allí había resmas de estampillas nuevas, se me salieron los ojos viendo eso. Me mostro las que tenía disponibles y compre varias series completas, entre ellas una de ORQUÍDEAS venezolanas, de las cuales actualmente tengo unas 34 orquídeas diferentes.
Este mismo procedimiento lo utilice en la oficina postal de Barcelona, pase para comprar directamente con el director de la oficina, jajajaja allí estaba la caja fuerte negra de películas de mafiosos jajajaja. Allí compre mis últimas estampillas venezolanas. Ni idea como están esas oficinas postales actualmente con la situación del país e ignoro como está la situación del envío de correspondencia para fuera del país. Añoro la pregunta aquella que siempre escuchaba en esas oficinas a la hora de enviar una carta; ¿...Señor él envío es normal o certificado...?
Congratulations @neneo8346! You have completed some achievement on Steemit and have been rewarded with new badge(s) :
Award for the number of upvotes received
Click on any badge to view your own Board of Honor on SteemitBoard.
For more information about SteemitBoard, click here
If you no longer want to receive notifications, reply to this comment with the word
STOP