Esperó en la obscuridad
el cuerpo y sus sonidos,
hondonadas suaves
donde estará definitivamente...
No existe el tiempo,
acá todo el día
se traduce a noches,
imparables noches.
No fue suficiente
la belleza de sus luces,
porque al fin y acabo
es una simple mujer.
Con esperanzas y deseos
que no satisfacía.
Al cerrar la puerta
solo una cosa le pude decir
en voz baja,
se que encontrarás
lo que buscas;
no se donde
ni cuando
pero lo encontrarás.
Este post ha sido votado por @acropolis en su temática literatura en colaboración con el proyecto @templo.