En los años 1940 la moda y las hermosas prendas de vestir eran exclusivas para personas de alta sociedad; reyes, duques, duquesas, reinas, condesas o mujeres con esposos adinerados; anteriormente no existían las tiendas como hoy las conocemos, con galerías y closets llenos de diseños iguales hechos en distintas tallas, en el siglo XIX todos los vestidos y conjuntos eran hechos a medida, lo que conocemos como Haute Couture, los compradores debían ir a las casas de moda donde tomaban sus medidas y procedían a hacer el encargo que estaba listo unas semanas después, por supuesto la moda para esta época era bastante costosa, por lo que solo algunos miembros de la sociedad tenían acceso a ella.
Pero, ¿cómo es que ahora todo es diferente? ¿qué llevo a este afortunado cambio comercial de la moda?
Bien, iniciemos desde donde surge esta fabulosa idea. El prêt à porter significa traducido al español, listo para usarse, este fue un concepto francés utilizado por primera vez por el diseñador italiano Pierre Cardin. Pierre es conocido por ser un diseñador poco convencional y futurista, en su afán por llevar la moda a otro nivel creo el “listo para usarse”, lanzando así su primera colección “prêt à porter” en 1959, la cual constaba de prendas hechas de manera masiva y en tallas estándares, logrando de esta manera democratizar la moda y volverla más accesible.
Debido a esto fue expulsado de la Cámara Sindical de la Alta Costura Parisina, pues para la época su colección representaba una falta de respeto para la alta costura, sin embargo hoy por hoy es una de las estrategias más utilizadas en el mundo de la moda, la gran mayoría de las casas de moda más reconocidas tienen sus colecciones “listo para usarse”.
El prêt à porter tomó popularidad cuando el joven diseñador Yves Saint Laurent apostó por esta tendencia y lanzo su colección lista para usarse en 1966.
Otros aspectos que también contribuyeron a que esta tendencia tomara tanto poder fue la crisis económica que se vivió en los años post guerra, donde ya muchos de los que anteriormente compraban prendas hechas a mano y a la medida no podían hacerlo, afectando de esta manera a las casas de moda que estaban en auge para ese momento, encontrando una solución económica y también social para volver a impulsar las ventas y el buen vestir en las calles el prêt à porter fue sin duda la mejor opción.