Homo sapiens en pleno siglo XXI, que no hacen más que andar errantes por la Tierra, buscando placer donde no se ve la luz, donde no se encuentra satisfacción, donde no hay cielo para volar.
De las cosas más difíciles de esta vida, una es respirar para seguir viviendo; otra es vivir sin sueños, sin aspiraciones, sin pasiones, sin corazón. Unas son natas, otras aprendidas, pero una vida automatizada no puede llamarse vida. Un pie delante del otro en perfecta coordinación, cabeza erguida, espalda recta y un bolso de sueños vacíos... pero así es el autómata, que justifica su vida útil en su trabajo. Se dice que este espécimen respira aire y lo convierte en humo, y que su fin último es convertir sus órganos en piedra que poco a poco se desintegran y empiezan a desaparecer al individuo. Vive en grupo la primera parte de su existencia y luego busca la manera de huir y vivir solo hasta morir. Los grupos ya no son una opción para él.
¿Sueños? La búsqueda no ha arrojado ningún resultado.
Si bien tenemos los autómatas poblando un 85% del planeta, el 15% restante está del lado correcto del arco iris. A pesar que unos ven más colores que otros, todos tienen alas. Unos las llevan puestas aún, pero otros las llevan en sus morrales, unos las tienen en su mesa de noche y otros en algún lugar de su casa. Todos tienen alas. Nunca usan máscaras, van de paso por este mundo fugaz. No pretenden que nada los detenga y dicen: quién camina cuando se puede volar. Son seres preciosos, siempre están alegres y muy poco pierden su paz interior. Tienen un corazón lleno de cicatrices pero ya el trazado de curvas es algo familiar; lo usan sobre todo para espantar la tristeza y el mal ajeno. Suelen llevar las comisuras de los labios en dirección a las orejas y dejan al descubierto su dentadura. Dentro de su lenguaje, lo llaman sonrisa. Quieres leer su mente para buscar el secreto de la felicidad, algo como la piedra filosofal, pero no puedes... no puedes buscar en mar abierto algo que está en la orilla.
Hay distintos tipos de alas. Las literarias, por ejemplo, que con sus historias dan vuelo a tu imaginación. Las musicales, que melódicamente reflejan tu manera de ser. Las artísticas, que prometen un magnífico viaje por el arco iris. Y así entre otras, cada tesorito tiene sus alas, y su forma particular de volar. A diferencia de los autómatas, ellos convierten el humo en aire, purificando lo malo de la vida y creando una obra magnífica. A diferencia de los autómatas, los sueños son su motor secreto. A diferencia de los autómatas, su corazón va ligero, sin malas memorias ni rencores y muy poco arrepentimiento, suave andar y equipaje liviano... en resumen, un corazón gitano.
¿Estás del lado correcto del arco iris?
Si
¡Que buena noticia! Ahora debes cumplir con un pequeño deber... Llenar el mundo de colores y hacer de este planeta un lugar mejor.
Nunca olvides defender tus alas
(foto sacada de internet)
Hola @ojitosdeportillo, en steemit es importante dar crédito a las imágenes, es necesario algo más que foto sacada de internet. Las imágenes aportan valor a nuestros posts, que mínimo que dar crédito a sus dueños.
Saludos.
Muchas gracias! Lo tendre presente