Los niños que padecen enfermedades físicas o intelectuales, han demostrado tener otras capacidades que nada tienen que ver con las dolencias que padecen, es más, gracias a ese dolo.
De ahí el dicho de "Lo que Dios me quitó, Dios me lo devolvió con creces".
Sin ir más lejos una persona pierde visión, pero agudiza sus sentidos auditivos, por ello todos somos criaturas del Sr. y por ello, todos y cada uno de nosotros formamos parte de el.
Que el Sr. os acompañe y vele por vuestras familias.
Amen