Recordando una frase de un libro que leí hace escasos días, me tomé el atrevimiento de escribir la reflexión que me ha dejado ésta.
“Pan duro no es pan duro, ¡duro es no tener pan!”
Considero que el ser humano se ha tomado el libre albedrio de caracterizarse por ser un sujeto inconforme. Todos alguna vez en nuestra vida nos hemos quejado por cualquier cosa, algunas de ellas suelen ser sin importancia.
Sin darnos cuenta, pasamos gran parte de nuestra vida lamentándonos por situaciones poco agradables, perdemos la noción del tiempo y nos la pasamos pensando en ese rollo… Es así como no avanzamos y nos quedamos estancados.
Tenemos que analizar la situación, pensar en posibles soluciones, optar por una y trabajar en función a ella.
Aprendamos a agradecer lo que nos pase y lo que no. Para nadie es un secreto que ambos escenarios nos dejan alguna reflexión, sólo debemos tener paz en el alma para apartar la niebla que opaca la razón y así beneficiarnos con la sabiduría que nos brinda la enseñanza obtenida.
Quiero dedicarles éste post a todos mis hermanos venezolanos que han emigrado. Sugerir que no hablen mal de su país Venezuela, del que brindó sus tierras para verlos crecer, para tener familia y amigos, para disfrutar de su belleza natural… del que les brindó tanto. Puede que la situación haya estado fuerte para ustedes, así como lo ha estado para muchos que aún estamos aquí, pero te invito a sentarte y recordar todo lo que Venezuela dejó en ti.
Sólo pido que valores lo que tuviste/tienes y lo que no.
Recomiendo el libro “El arte de combinar el SÍ con el NO: una opción de libertad” por Ricardo Búlmez.
Agradece… y ¡feliz vida!
NOTA: Las imágenes son tomadas de Google.
Excelente.
las personas deberíamos aprender a apreciar los logros, por muy grandes o pequeños, ademas de dar gracias por la tierra que nos dio vida ademas de un tricolor que, aun desde la distancia, nos caracteriza.
Gracias! Y pues, tienes toda la razón. Un abrazo!