Me recuerda el poema de Walt Whitman de "qué hay de bueno en la vida", quizás las dos partes marquen la diferencia...
En esta entrega pareces sumergirnos en una intangible e inalcanzable soledad, interpretando por ello que no se puede desear ni hacer nada más, solo formar parte de ella así como ella de nosotros.
Oh, gracias por tus palabras. :)