Un título atrevido a mi parecer, por ser un tema complejo, sin embargo, quiero plasmar mi criterio respecto a la muerte, por ser un tema que atemoriza a muchos y quizás en algún momento lo haga conmigo, pero en esa circunstancia siempre intentaré tener presente lo siguiente:
Muchas veces nos preocupamos en demasía por ese momento que estamos seguro que llegará pero que ninguno queremos que llegue, cuando realmente nos debemos preocupar por actuar de la mejor manera posible, para que luego de muertos sigamos viviendo, lo que quiero decir con esto es que, desde mi perspectiva la vida va más allá de lo terrenal y debe ser el pensar de todos los que creemos en un Dios.
Siendo un poco más explícito, la vida está determinada por nuestras acciones, el amor de la gente no lo conseguimos por la cantidad de dinero que ganemos, por los atributos físico que Dios nos da, por la inteligencia que poseemos y adquirimos con el tiempo, el amor lo conseguimos por la calidad de nuestras acciones, esto implica vivir conforme a los valores, tales como, humildad, honestidad, misericordia, tener la valentía de perdonar y asumir errores.
A que quiero llegar con lo anterior, a que después de la muerte, seremos para el resto de seres vivos un recuerdo, habremos dejado huellas positivas o negativa en la vida de muchos otros, en este sentido, lo que seremos trasciende la muerte, para muchos seremos un ejemplo y con seres queridos seremos capaces de comunicarnos, de protegerlos y de seguir amándolos, porque los lazos de unión verdadera van más allá de la muerte.
Una frase que sintetice lo anterior es: No nos preocupemos por la muerte, preocupémonos por dar lo mejor de nosotros cada día, de este modo amaremos a plenitud a nuestros seres queridos y si alguno debe partir físicamente, vivirá en el corazón y la memoria de los otros.