Cuando vamos de paseo casi siempre somos invasores del espacio físico de las demás especies humanas. Estos espacios territoriales son sus ecosistemas, donde se desenvuelven los grupos de animales en su interrelación con el medio ambiente, es su hábitat y las personas como tú y yo somos los ocupantes ajenos.
Saludisimos mis amigos steemians. Muchas veces vamos al campo de paseo y nos encontramos con toda clase de especies de animales, unos más peligrosos que otros. En algunos casos nos atacan solo por protección propia o de sus crías, o porque se quieran alimentar de nosotros y devolvernos el favor.
Hoy quiero mostrar a todos ustedes algunos animales que se han cruzado en mi camino cuando voy de paseo o de pesca. Daré una pequeña descripción del momento y por supuesto del animal. Estos momentos no tienen orden específico por fecha ni nada, y siempre ocurrieron de manera fortuita.
- Primer encuentro:
En un viaje de paseo al Hato El Cedral, me encontraba tomando fotos a las distintas aves que llegan al lugar. Corocoras, garzas, cotuas, patos reales, garzones. Me detuve un momento y me bajé del carro a tomar una imagen de una gran bandada que llamaba la atención por la variedad de colores. El sitio estaba junto a un pequeño rio, que en Venezuela le llamamos caño. Al encontrarme próximo a la orilla, se encontraba este majestuoso reptil. Un babo.
El babo es una especie de cocodrilo o caimán pero de menor tamaño, no es muy peligroso, más bien es tímido a la visita del hombre, pero si es muy agresivo cuando se trata de proteger el nido de sus crías.
No lo vi en el primer momento, así que mi sorpresa fue mayor al ver ese tronco de animal, que me hizo retroceder a mis pasos, y olvidar por completo para que me había bajado del carro, por supuesto no tomé ninguna foto, pero si le saqué una a él, en recuerdo de aquel encuentro.
- Segundo encuentro:
En un paseo pesquero, caminaba con el grupo de amigos por la sabana, en busca de una laguna para sacar unos pavones. De pronto sale de un hoyo del suelo este animalito de aspecto y correr muy gracioso. Un cachicamo.
El cachicamo es un animal poco agresivo, más bien cobarde a la presencia del hombre. Se enrolla como una pelota para protegerse de los ataques, poniendo como escudo su caparazón que le cubre todo el cuerpo.
Para sacarle la foto, tuvimos que correr bastante persiguiendo, es muy rápido. Tomamos turnos de persecución hasta cansarlo y lograr sacarle fotos, sin maltratarlo. La experiencia fue muy cómica, por que el animalito fue muy escurridizo, y algunos de mis amigos no son muy hábiles corriendo.
- Tercer encuentro:
Rodando por una carretera terciaria, en horas de la madrugada, nos topamos con un animal bien raro. Parece un rabipelao pero no lo es, parece un marsupial. Su cola es más larga de lo común para ser de este género y su pelaje tampoco da con la descripción física de ellos. También parece una rata. No logramos dar con qué tipo de animal sería, se los muestro a ver quién pueda saber que especie es.
- Cuarto encuentro:
Este encuentro es algo aterrador.
Pasando un fin de semana en un campamento a orillas del río Cinaruco. Estaba, una noche, acostado en una hamaca viendo el techo de la churuata donde dormía un grupo de amigos. En el campamento hay dos churuatas, esa donde estaba, que es la principal, y otra más pequeña que queda algo retirada del grupo, pero me gusta más porque la brisa nocturna es mayor.
Bueno, estando en ese letargo, escuchando musiquita, vi en la cima de la churuata algo que se movía entre las palmas secas. Al primer momento pensé en los murciélagos que siempre viven en esas churuatas. Los murciélagos no son para nada ofensivos para los habitantes de las churuatas, ellos colaboran con el mantenimiento de las plagas y mosquitos que también habitan el lugar. Seguí con mi vigilia sin decir nada. Al día siguiente mencioné la situación y muchos concordaron en decir que era un murciélago, algunos dijeron que podía ser un ratón o una rata. Yo les decía que era muy raro el color de los ojos, y la cola era muy larga. Esa noche volví a fijarme cámara en mano, para ver que era, pero el animal estuvo más receloso en mostrarse y no pude sacar una foto clara. Seguí insistiendo que no me parecía una rata o un murciélago.
Al día siguiente partíamos con el atardecer. En algún momento de recoger las cosas para el retorno alguien vio el animal y grito que había una culebra en la churuata. Les dije;
¡Yo les dije! No me pararon.
Les dije que eso no era ninguna rata.
Tomé la cámara y logré sacar una foto más clara, y en efecto era una serpiente. La conocida “mapanare”, cuatro narices, macagua, rabo e’ candela. Serpiente de un veneno mortal, muy agresiva y letal si se le molesta. Resulta que se sube a las churuatas a cazar los murciélagos que habitan en ella, pueden pasar meses estando allí mientras consiga alimento. Para sacarla utilizamos creolina, un desinfectante con un olor muy fuerte que ayuda a correr las serpientes, este líquido las emboba y debilita. Así logramos que saliera de su escondite y poder bajarla para mantener la churuata libre de esas amiguitas.
En otros viajes que he hecho hasta el mismo lugar, paso rato revisando las churuatas antes de montar mi hamaca para dormir. Hombre prevenido vale por dos.
En una próxima entrega les estaré mostrando otros amiguitos con los que me he topado en suelo llanero. Siempre manteniendo la distancia entre ellos y yo, porque sé que soy yo el invasor de su territorio y hay que respetar el espacio ajeno.
Gracias por leer mis narraciones. Un placer para mí contarles. Cuidado con encuentros animales del tercer tipo y feliz día.
Todas las fotos me pertenecen.
jajajaja me gusó mucho, me senti en un zoológico, hermosas imágenes es importante respetar los espacios de estas especies.
Saludos ya se seguí para interacuar mas con tus publicaciones
te espero por mi blog
Hola @maryunbalanced, muchas gracias por tu comentario, si te llevé a un zoo, me contenta mucho porque veo que el mensaje llega. Claro que me paso por tu post, te cuento que ya he visto tu publicaciones, pensé que estabas entre mis contactos que sigo pero no, !ahora si¡. Un abrazo.
Cuidate de esos bichos, mi abuelo murio por una mordida de mapanare. Hace años fuimos a Isla Larga en Pto cabello, y habia muchas medusas, adivina que? la gente sacandolas del agua y matandolas. Ser humano? creo que no.
Bueno, esas mapanares son bien agresivas, si supieras como logramos bajarla de la churuata.