¡Mis buenos amigos! Una vez más feliz de estar en Whaleshares. Hace poco inicie una aventura la cual me cambio la vida totalmente, nunca pensé que así fuese, pero sí. De la cual continuo aprendiendo, adaptándome, creciendo, observando y viviendo. Ha sido la experiencia más intensa en sus diversos sentidos que había tenido la oportunidad de vivir... Razón que me lleva a querer compartirla de una manera sencilla de interpretar.
Me ha costado un poco reivindicarme, despertar, soñar, y ejecutar mis acciones por venir... Los retos que se me acercan día tras día me despiertan, me motivan, me impulsan a lograr esos propósitos que tanto mantengo en mente y poco he accionado. Siempre agradeceré cada oportunidad, lección, reto y compañeros con los que me sitúa el universo. Let's go!
Mis pasos dejaban una pequeña pero muy pronunciada huella, podía sentir la suavidad de la arena, mientras, caminaba con la mirada al horizonte, sintiendo un volcán de inexplicables sensaciones estallando dentro de mí, solo conectando con lo que percibía, queriendo entender el por que de cada situación por la que me encontraba. No recibí respuestas a cambio, de mis ojos corrían lagrimas que no podían ocultarse más, tan solo fui yo.
"Caminante no hay camino, se hace camino al andar"
Debía tener presente que un viajero se hace entre sus rutas y vivencias, tenía que solo vivirlo con pasión, vivir mi ahora sin prejuicios, o faltas de entendimiento... ¡Solo vivir!
Seguí caminando, queriendo encontrar mi rumbo, pero la verdad es que el camino se hacia eterno, y cada vez se sentía más lejano y duradero. Solo yo podía despertar mi entendimiento para comprender mi ahora, era confuso, era de valientes, era distante, era algo que pocos se atreverían a imaginar... Aún mis palabras no logran describirlo por completo.
Dejaba caer cada lagrima que significaba un recuerdo, mis manos eran la muestra de mi valentía, de mi fuerza, de mi coraje, de mis sueños, de mis sentimientos, mis manos eran mis guías; pero en aquel trayecto fui encontrando bellas flores que alumbraban mi camino, sus colores, sus texturas, sus olores, me convencían un poco más de que estaba por llegar a mi destino, y que aquel destino, seria tan maravilloso como siempre me lo imagine.... Tan solo calma necesitaba, calma a mi mente, calma a mi cuerpo, calma a mis miedos, calma a mis ansias, calma a mis desbordantes sentimientos que estallaban de desesperación, tan solo deseaba amor, en medio de aquel desierto, un amor que me hidratará la vida, un amor que me enseñara a soñar tan bonito como en algún momento soñé.
Y en medio de ese arduo camino, sonreí, y dije ¡Gracias!
Comprendiendo que en medio de las más grandes dificultades hay bellezas, también sus momentos bonitos, pero sin duda alguna, los encuentros con nosotros mismos, por que es así, una prueba más que te hace asegurar que eres enormemente valiente, una prueba más que te enseña que la vida vale la pena aun en sus duras batallas, una prueba más que te enseñará a valorar lo que dejaste, lo que encontraste, lo que ganaste, y aunque no lo creas también lo que perdiste.
Pues mientras seguía entre la arena y sus suavidades, me detuve, y mis ganas de amar la vida no pararon de encontrarme, por que justo allí en ese momento supe que era grande, que era creadora, soñadora, amadora y valiente, por que sin querer pude notar que ya era feliz, y que siempre lo había sido. Por que de las más duras batallas nacen las más bellas lecciones, y esas flores que encontré en medio de mi camino eran mi reflejo, al entenderlo, perdone, agradecí y ame casi como nunca lo había sentido en toda mi vida.
¡Gracias vida! Gracias por tus coloridas sorpresas, por tus sigilosas lecciones, por tu sabiduría y por tu energía a mi favor.
Así fue como desperté aquella noche, mientras a mi lado estaban aquellos lindos ojos observándome, y en un beso, volví a soñar otra vez.