Lo vuelvo a decir. "Lo bueno se hace esperar". Gracias por aportar esta publicación, otra más con contenido interesante y con fotos impecables. Es curioso ver el intento de fusión entre ambas culturas, al forzar la unión por ciertos cambios en la arquitectura. Sin importar las religiones, cada estilo de construcción tiene su propia belleza, importancia y fin.
Definitivamente, es un amplio espacio de construcción, que impresiona en dimensión y en antigüedad. Es grato apreciar las maravillas de la humanidad. El arte que se mantiene y nos llena de orgullo por saber que, esto o aquello, es hermoso y fuerte porque fue construido por personas ingeniosas.
Me inquieta saber si todas las columnas de mármol negro tienen esa inscripción o símbolo labrado como el que sale en una fotografía donde tomaste de cerca la imagen.
Nada más entrar en la mezquita, me impresionó la profusión de columnas y los típicos arcos de herradura árabes decorados con bandas blancas y rojas.
Por un momento, me pareció adentrarme en un oscuro bosque de palmeras. Son 856 columnas de mármol, granito y jaspe. Sobre estas columnas asientan 365 arcos de herraduras bicolores. Muchas de las columnas no fueron construidas por los árabes sino que muchas fueron tomadas de antiguas construcciones romanas y visigodas que habitaron antes en esta zona.
Gracias amigo por esta deliciosa publicación.
Te dejo un fuerte abrazo virtual ♥
Querida Amiga @parauri: me alegro mucho por verte de nuevo.
A mí lo que más me gustó del edificio fue precisamente esa mezcla de culturas, justamente lo que aborreció Carlos V.
La señal que hay en la columna fue producida por los canteros de aquella época. Como una señal de que había sido esculpida por un determinado marmolero. En las últimas ampliaciones de la mezquita, los materiales que utilizaron fueron nuevos y no de reciclaje y los canteros dejaron una marca, es decir su firma.
Un cariñoso abrazo. 😊
PD: A ver si no dejo transcurrir tanto tiempo hasta la próxima publicación. Ya la tengo pensada: será sobre la construcción de un jardín japonés.
Y con toda razón Carlos V reprobó las modificaciones y las consideró un destrozo. Pero como dices, no deja de ser impresionante el contraste.
Gracias por la información sobre la inscripción en las columnas. Muy ingeniosa la iniciativa de los canteros de la época. Como si no era bastante trabajo ya la realización de las columnas también colocaban su marca. ¡Uff! Un arduo trabajo. Más apreciado todavía. Que mística obra.
Estaré pendiente de esa próxima publicación sobre un jardín japonés.
Hay que esperar esa fotos 😍
Un abrazo virtual amigo ♥