Un día rutinario, como cualquier otro, el la llamo, ella no contesto, el volvió a llamar y ella contesto. Estaba en el baño, él lo sabía, por el eco de fondo que se escuchaba tras el parlante. Habían pasado varios días sin hablar realmente, solo se limitaban a cortas conversaciones, el quería saber de ella, hablar de la cotidianidad, el nota extraña su voz y ella solo responde "hablamos mañana"
Una extraña sensación interrumpió lo cotidiano de la escena, aquello no era normal. Al menos no para él, o al menos así lo pensaba él. Comenzó la nube de pensamientos, crear y atar cabos, y en esas aguas su mente divago durante un tiempo.
15 minutos después
Suena el teléfono. Desde la mesa de computadora hasta el teléfono hay 5 pasos, él sabía que era ella, aun así no quiso contestar, no tenía nada bueno para decir, tampoco muchas ganas de hablar. Su hermano pasa junto al teléfono, contesta, "Es para ti". Toma el teléfono.
Un voz sin ganas sale de sus labios, ella lo detecta rápidamente, "no quieres hablar" ella pregunta, "no" responde él. "¿por qué no?" Increpa ella, porque me habías dicho que habláramos mañana, así que mejor mañana hablamos, Te molestas por unas estupideces finaliza ella.
El trata de seguir sus actividades, pero no puede. Recuerdas las veces en que ella sin motivo no quiso tener sexo, recuerda como lo ha comparado odiosamente con sus amigos, el recuerda los desplantes y los tratos ajenos a ella que ha recibido.
Posiblemente la rutina nos ha llegado se dijo así mismo, pero no podía apartar sus pensamientos de aquello que lo mortifica, ¿Por qué ha cambiado tanto?
Al día siguiente, se levantó de malhumor, todo salía mal y todo aparentemente estaba en su contra, había pasado una mal noche en esa nube de pensamientos. Esperaba con ansias una sola estocada rápida, un solo golpe fulminante y no la eterna duda que sin darse cuenta lo acompañaba como una voz en su cabeza, les fastidiaba su presencia, y como se alimentaba de sus miedos e inseguridades.
En el largo camino que conducía a la casa de ella, él se lo pregunto muchas veces, ¿Sera que si me molesto por una estupideces? será que después de todo si soy yo?
Se dio la razón, encontró motivos para dejar de dudar y empezar a confiar, pero un estaba molesto y eso era difícil de ocultar. Siguieron en sus menesteres. Una reunión familiar de ella, a la cual debían asistir. El ánimo de el cambio, estaba olvidando, pero una tontería detono, y el callo.
Un trato atípico de ella, una tontería en realidad, pero el ahora todo lo media, y a todo le prestaba atención. Decidió callar hasta olvidar. Al llegar a casa, ella se puso a recordar, una prenda, una camisa verde, ella no podía encontrar.
El aunque decidido a ignorar, no pudo, los miedos, y las inseguridades alimentarían de nuevo la voz, y el volvería a escuchar. "¿dónde está la camisa?"
El solo pensó, sus sospechas eran reales, pues su camisa extravió, donde la habrá dejado, ¿en la casa de el? No podría ser, el ya habría visto, en que parte habría dejado ella la camisa?
El no podría saber nunca la respuesta, o donde ella habría dejado la camisa, pero se fue pensando que estaba perdida, así como su confianza por ella
Bastante entretenida, me encanto!
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