Domino es un thriller de estilo "Gato persigue al Ratón", de esos para los que Brian De Palma está hecho como director. Desafortunadamente esta historia se queda muy corta para el talento y el esperado regreso del cineasta tras las cámaras.
Incluso con una historia tan poco lograda, la película logra disfrutarse gracias a la mano de De Palma, un director con un estilo inconfundible y que lo separa un poco del resto de los thrillers. Esto hace que el filme se pueda sentir como una pequeña ráfaga de brisa fresca. Sin embargo no está ni cerca de ser una de sus mejores películas. Domino se siente más como un ejercicio de pre calentamiento para el cineasta, después de tantos años sin hacer una película, pareciera que De Palma decide probar toda su caja de trucos para saber si aún funcionan. El constante Zoom in y Zoom out, la acción en pantalla dividida, el enfoque doble, un climax en una azotea donde van sucediendo eventos simultáneos a la Blow Out. Algunas veces le salen bien, otras no.
A pesar de tener algunas buenas secuencias de acción la película, mi escena favorita es una donde el cineasta hace un impecable Zoom In hacia el arma del protagonista posada en una mesa, mientras este conversa y se entretiene con su pareja. En esta escena, Brian De Palma con una simple toma logra crear y mantener una tensión de un momento que pareciera trivial pero que va a traer consecuencias importantes para el resto de la historia.
La película está protagonizada por Nicolaj Coster-Waldau y Carice Van Houten, (Jaime Lannister y Melisandre de Juego De Tronos), aunque es bueno verlos en interpretaciones por fuera de la serie, ninguno de los dos tiene mucho con qué trabajar aquí. Igual que el siempre magnífico Guy Pearce, el cual tiene un papel secundario.
Después de ver el documental De Palma (2015), dirigido por Noah Baumbach y Jake Paltrow, en el cual nos sumergen en la filmografía del director y nos recuerdan el increíble talento y lugar en la historia que tiene en el cine norteamericano, mis expectativas y emociones estaban altas por ver que nos traería el cineasta la próxima vez que tuviera la oportunidad de hacer una película, después de todo es el que nos regaló clásicos como Caracortada, Carrie, Vestida Para Matar, Los Intocables, la anteriormente mencionada Blow Out y la primera de Misión Imposible (mi favorita en su filmografía). Sin embargo después de Domino, no queda más que esperar a ver si Brian De Palma tiene otra oportunidad, y si aún le queda la magia para realizar otra obra maestra. Lo que si estamos seguros es que el talento aún lo tiene.