Sus orejas son pecado.
La gente me lo advirtió.
Yo no quise hacer caso.
Y el corazón me rompió.
Yo estaba un poco dudoso.
Su llanto me conmovió.
Yo que soy todo amoroso.
Y en un juego me convirtió.
Sus orejas resultaron peor.
De lo que la gente me contó.