Hoy mi amado confesó sentirse contrariado de mi actitud ante ciertos momentos de nuestra intimidad y he quedado con los ojos despabilados, siempre me había creído una diosa afrodita mas ahora he quedado como una campana agrietada que no suena sino que aturde.
Aparentemente no le pongo la pasión debida a aquellos actos y no solo eso sino que mi semblante es de si me obligarán cuando el momento de esos actos íntimos se presentan.
Me siento una neófita ahora ¿Qué haré?, ¿Se puede aprender a adquirir pasión? ¿Se puede comprar quizás? ¿Mi pasión no es compatible a caso? ¿Soy egoísta en el lecho de amor?
Cuando creía que estaba egresada de la escuela del erotismo resulta que ni he ingresado a la primaria, si no soy capaz de demostrar pasión por algo que me gusta entonces he vivido un fraude sexual.
No me quedaré acá con la impresión de mi frigidez, si he de ingresar de nuevo a la primaria del eros eso haré entonces.
Quizás me conformé con lo que ya tenía puesto y que hasta ahora me había resultado bastante bien cosa que con mi amado fracasé, bueno fracasé hoy. Si he de ser renovada y regresar al olimpo pues así tocará.
Tus ojos ahora son mis ojos, tu cuerpo es ahora mi cuerpo y tu deseo es ahora el mío, y no es que se crea que soy una dependiente sino que es así, como todo en la vida, debe haber renovación y por él yo me renuevo.
Tocará regresar al a, b, c del erotismo, el deseo está y esa es la base primordial del eros y desde ahí reconstruir mi templo del amor, el placer y el erotismo.
A ti amado te haré viajar al plano en lo que mis labios comiencen la sinfonía erótica, haré que tus ojos se tornen como la nieve, que tu corazón galope como potro salvaje, que tu cuerpo se encrespe como león y que tu torre no se derribe, y con mi olor lograr erizarte y te dispongas a venir a mi, a tomarme y no soltarme, a anhelar mi sinfonía y así devolver mi cetro y mi trono como diosa afrodita.
Fin.
Pokotó