Nunca se imagino que tendría que abandonar todo, tomó su mochila y la cargó de sueños y esperanzas, mientras guardaba sus cosas personales, un dolor en el pecho le comprimía, sentimientos encontrados se apoderaron de él, de tal forma que no sabía si alegrarse o llorar, porque ya se iría de aquellas tierras que le dieron cobijo en donde creció y tenía los más bellos recuerdos,pero, que ya no era como antes, cada vez que llegaba a su casa, una depresión le embargaba, no encontraba que decirle a sus hijos y a su esposa, no tenía explicación alguna para su madre que lo esperaba cada noche en su mecedora y ya se le hacía casi un imposible comprarle o conseguir las medicinas para la artritis reumatoidea que padecía la mujer que más amaba en el mundo.
¡Un año! le costó reunir el dinero suficiente para comprar su boleto, tendría que tomar el bus esa mañana, sus hijos pequeños no entendían porque su padre los abandonaría,su esposa les decía va de viaje, pronto iremos con él, esas palabras le alentaban a seguir adelante, tomar esa mochila que solo llevaba sueños y esperanzas, era eso o su familia moría de hambre. Ya lo que ganaba no le alcanzaba para el sustento, el caos había llegado a un límite y fue así como abandonó aquel día la “Tierra de Gracia” de Colón, la pequeña Venecia de Vespucio. Dejando atrás todo lo que amaba para emprender un viaje a otro país que le brindara mejores oportunidades para sacar adelante a su familia, solo llevaba sueños y esperanzas, era el único aliento y no miró atrás, allí va sentado juntos a otros igual que él, con su mochila tricolor, rogando que solo sea la peor de sus pesadillas y cuando despierte todo sea como antes.
Así fue como sucedió, una entre tantas historias que se repiten
Si,no he vivido la experiencia, aún,pero si se de muchas que me han contado y se las dedico a todos los que se han marchado.
Y lo triste, es que no es ficción.
Si, pero pronto dejaré de ser una pesadilla,gracias por leerme, estuve sin internet.