Cuando trabajaba en el semanario Hoy diario del Sur.
(This is a bilingual publication, you can see the English version at the end of the post)
Mi contacto con el periodismo, o más bien con los periódicos, comenzó a finales de 1978 con el quincenario que fundó José Seijas ese mismo año, El Vigía, por supuesto en Villa de Cura, Venezuela. Yo vivía en ese entonces en la calle El Socorro, entre La Romana y Los Colorados, y trabajaba de cajero en Automotriz Alameda, Av. Lisandro Hernández. Fueron mis primeros pasos como articulista. El Vigía se repartía de manera gratuita entre los villacuranos y zamoranos, en las calles, plazas y avenidas. Allí escribí por varios años, sobre cultura general, religión y literatura. Además trabajé poco después con Seijas, cobrando la publicidad a los negocios que anunciaban en el quincenario. Este era muy leído por sus interesantes informaciones, artículos y chismes que despertaban muchísimos comentarios entre sus lectores.
Portada del quincenario El Vigía 1978.
Luego comencé a trabajar en San Juan de los Morros, en una mueblería (La Liberal) y posteriormente en un banco. Empecé entonces a llevar mis artículos a la prensa guariqueña, en especial a un diario recién fundado, La Antena, aunque también me publicaron La Prensa del Llano y El Nacionalista, todos de San Juan de los Morros, cada medio con sus respectivos lectores.
Un día, el director de La Antena, Francisco García Sívoli, me llamó para que trabajara en la redacción del diario como adjunto a la dirección.
Logo del diario La Antena.
Así comencé a redactar noticias locales, colaborando con el famoso periodista Miguel Quintana que venía del diario El Nacional. Bajo su guía comencé a incursionar en el periodismo, pero sin firmar las notas, porque yo no era periodista y el Colegio de Periodista, por supuesto, no lo aprobaría. Ahora recuerdo lo que dijo Gabriel García Márquez una vez: el 'periodismo se aprende en las salas de redacción', palabras más o palabras menos.
Así empecé a escribir para comer, porque por primera vez me pagaban por hacerlo. Me pasó algo parecido, salvando la distancia de los años y el siglo, a lo que vivió Rafael Bolívar Coronado en España, solo que yo no inventé un seudónimo extraño; firmaba mis artículos de opinión con mi segundo nombre y mi apellido: Argenis Díaz, pero mis notas de prensa eran anónimas.
Al poco tiempo, empecé a incursionar en el periodismo cultural, a través de una página literaria llamada Raíces en el mismo diario La Antena, junto con Yuri Buaiz, Wilmer Quintana y Fernando Olivo (ilustrador). Con el tiempo quedé solo en la coordinación de la página hasta que llegó a La Antena Ingrid Chicote, que se convirtió en mi colaboradora estrella y me ayudó mucho hasta que Raíces dejó de salir por circunstancias cambiantes de la vida. En este medio también me tocó compartir con el prolífico escritor y tocayo Argenis Rodríguez y con el periodista y filósofo Luis Salas. Trabajé en este medio desde 1993 a 1996.
Logo del semanario Hoy diario del Sur.
Rayuela2
José Argenis Díaz/ enero 2024.
When I worked at the weekly Hoy Diario del Sur (Today South Newspaper)
My experience an empirical and cultural journalist (part 1)
My contact with journalism, or rather with newspapers, began at the end of 1978 with the biweekly that was established by José Seijas in that same year, El Vigía, of course, in Villa de Cura, Venezuela.
I lived at that time on El Socorro Street, located between La Romana and Los Colorados and worked as a cashier at Automotriz Alameda, Av. Lisandro Hernández. These were my initial steps as a columnist. El Vigía was given away at no cost to the people of Villa de Cura and Zamora in the streets, squares and avenues. I spent several years writing about general culture, religion, and literature there. I also worked shortly after with Seijas charging advertising fees to businesses advertising in the biweekly. This was widely read due to its intriguing information, articles, and gossip, which generated many comments among its readers.
Cover of the biweekly El Vigia El Vigía 1978.
Then I started working in San Juan de los Morros, in a furniture store (La Liberal) and later in a bank. Afterwards, I started sending my articles to the press in this state, especially to a newly founded newspaper, La Antena, although I was also published by La Prensa del Llano and El Nacionalista, all from San Juan de los Morros, each media with its respective readers.
One day, the director of La Antena, Francisco García Sívoli, ask me to work in the newspaper's editorial office as assistant editor.
Logo del diario La Antena.
That's how I started writing in the local news, collaborating with the famous journalist Miguel Quintana who came from the newspaper El Nacional. Under his guidance I began to venture into journalism, but without signing the notes, because I was not a degreed journalist and the Colegio de Periodista wouldn’t allow it. Now I remember what Gabriel García Márquez once said: 'journalism is learned in the newsrooms', more words or fewer words. That's how I started writing to eat, because for the first time I was paid to do so. Something similar happened to me, saving the distance of years and century, to what Rafael Bolívar Coronado experienced in Spain, except that I did not invent a strange pseudonym; I signed my opinion articles with my middle name and my last name: Argenis Díaz, but my press releases were anonymous.
Shortly after, I began to venture into cultural journalism, through a literary page called Raíces in the same newspaper La Antena, together with Yuri Buaiz, Wilmer Quintana and Fernando Olivo (illustrator). Over time I was left alone in coordinating the page until Ingrid Chicote arrived at La Antena, who became my star collaborator and helped me a lot until Raíces stopped appearing due to some circumstances. In this medium I also had to share with the prolific writer and namesake Argenis Rodríguez and with the journalist and philosopher Luis Salas. I worked in this media from 1993 to 1996.
Logo del semanario Hoy diario del Sur.
#Rayuela2
José Argenis Díaz / January 2024.
Maravilloso te felicito y como olvidar nuestro periódico local todo el mundo lo esperaba con ansias para informarse de todo el acontecer villacurano y tu amigo allí con tu perfil de excelente ciudadano
Muy interesante lo que cuenta. Me hizo recordar que vi un video en estos días donde decían que la "suerte" era una mezcla de preparación y oportunidad. Si uno está preparado cuando aparece la oportunidad, se puede "montar en ese tren". Si usted no hubiera tenido una buena ortografía, capacidad de análisis y buena redacción - cosas todas que se adquieren con la lectura - no se hubiera podido montar en ese tren - o se monta y lo bajan, qué es lo mismo. Gracias por compartir.
Interesante historia que representa las ganas de una persona en superarse y ganar su sustento realizando una profesión digna de aplaudir por la responsabilidad que ella conlleva.