A través de una gaita.

Canción: Por eso me encanta mi maracaibo.
Por:Guaco

La Gaita, uno de los patrimonios del Zulia. La gaita nos cuenta de sobre la devoción a la patrona zuliana Nuestra Virgen de Chiquinquira, nos cuenta sobre el amor a nuestras tradiciones, sobre la personalidad un poco megalómana pero servicial y cariñosa del zuliano, del romance de antaño y obviamente de Maracaibo, de sus virtudes y problemas.

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La agrupación Guaco nos regala en 1982 la canción “Por eso me encanta mi Maracaibo”, para ese año Guaco todavía era una agrupación gaitera, que con su sonido único deja su huella permanente en la institución gaitera y para la historia su transformación hasta lo que es hoy en día.

Pero hoy quiero hablarles sobre la importancia de la letra y su significado a nivel social, lo que nos cuenta de una manera entrañable sobre los problemas que padece desde entonces (1982) Maracaibo, la gaita nos muestra que el marabino sigue enfrentando los retos de una mala práctica de políticas públicas, como el el transporte público, el agua potable, los comercios con mercancía de origen dudosos, entre otras cosas.

Guaco en su canción se refiere un tipo de transporte público muy particular y según tengo entendido no existen en ningún otro estado del país, los carrito por puesto, tipo de transporte moderadamente más seguro que el autobús pero con dos tarifas, uno de carrera corta y otra de carrera larga, lo compartes con otras cuatro personas y sus paradas son interurbanos, el cual, cada vez es más escaso y sus servicios dejan mucho que desear, pero como se puede reflejar en la gaita de Guaco el problema de transporte no es algo nuevo, no es algo que sucedió con la llegada de cierto mandato y su mala administración.

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Lo cierto de esto es que las carencias que se reflejan en la sociedad marabina viene arrastrándose desde hace tiempo, problemas sin resolver y por consiguiente a medida que pasan los años el deterioro de los servicios públicos se van agravando. Sin embargo la dinámica en la actualidad a cambiado un poco, lamentablemente el coro de “…pero yo muero en mi Maracaibo…” no es necesariamente verdadera, hoy en día el amor que sentimos por nuestra ciudad no es suficiente para quedarnos pero ¿qué ha cambiado?:

En 1982 Venezuela pasaba por un economía bastante difícil a pesar de que la venta del petróleo subió a 30 USD por primera vez en la historia del país debido a la guerra Irak-Irán, sin embargo la deuda externa ascendió y Luis Herrera Campins presidente de Venezuela (1979-1982) entregó a una Venezuela quebrada en 1983 al nuevo presidente electo.
A pesar de la inestable economía que atravesaba el país, el desarrollo en cuanto al trabajo, sobre todo en el ámbito petrolero, aseguró a la sociedad tener una vida medianamente cómoda.

Entendiendo el contexto de forma general sobre la economía que acontecía en Venezuela, Maracaibo siendo uno de los estados con mayor producción de petróleo tuvo una de las migraciones a zonas urbanas más grande del país, pero lo que nos importa es que estas personas nos dejaron sus costumbres, la familia siempre se declara su amor a través de la comida, el licor, cuantas veces ibas a misa y obviamente no podía faltar ir a las continuas celebraciones que ofrecía la bajada de la Virgen de Chiquinquira.

Pero, ¿qué tiene que ver la economía con estas sencillas costumbres del zuliano?; pues lamentablemente a nivel económico el venezolano no puede suministrarse de cosas esenciales para vivir, en éstos tiempos para la mayoría es un gran esfuerzo tener las tres comidas del día, nos afecta fisiológicamente y psicológicamente, las reuniones familiares se reducen, las expectativas de una vida a futuro se simplifican y otras se complican. Todo esto cambiando el humor y corrompiéndonos cada día un poco más.

Esta gaita me habla de que todavía existen los mismos problemas de infraestructura, problemas que en décadas no han resuelto, pero también nos habla lo que no dice la gaita, de las problemas que ayer no existieron y que hoy si. Guaco tiene todo un repertorio de canciones dedicas a la idiosincrasia e historia de Maracaibo, nos enseña que el pasado no es en absoluto ajeno al presente pero a pesar de todas las carencias, existe otra cara en la moneda, los que si se quedan, aquellos que crean las nuevas anécdotas a través de las ocurrencias e ingenios para poder vivir estos momentos duros que seguramente quedará registrado en las gaitas que escucharemos de ahora en adelante, enseñándole a las nuevas generaciones que en épocas duras el zuliano, el venezolano, se reinventa para seguir adelante, porque así como los buenos tiempos no son eternos, los malos mucho menos.