La Navidad de 2017 bajo el yugo militarista del Estado Sionista de Israel ha dejado dolor y sangre en las calles palestinas. El 2018 ha iniciado con ataques de munición real y gases lacrimógenos para dispersar las protestas en Ramallah y Hebrón.
La persecución a las juventudes palestinas han aumentado, dejando heridos, secuestrando y torturando a los menores de edad.
Por su parte el presidente palestino, Mahmud Abbas, anuncio mediante su portavoz oficial que pedirá a los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea para que reconozcan a Palestina con las fronteras de 1967 y Jerusalén Este como su capital.
El Comité Central de la OLP, que reunirá la próxima semana a todos los grupos palestinos, hará sus recomendaciones al Comité Ejecutivo.
Al Fatah también hizo un llamado a la población el para que no cesen las protestas populares que comenzaron tras el reconocimiento de Jerusalén como capital israelí por parte del tristemente celebre presidente Donald Trump, quien ahora también amenaza con cortar su financiación a la cooperación palestina.
El comunicado de Al Fatah anima a los habitantes de Cisjordania a marchar hacia los puestos militares fronterizos mañana martes y a celebrar servicios religiosos masivos este viernes.
La postura palestina es apoyada por el Consejo de ministros de la Liga Árabe, con representantes de Jordania, Egipto, Arabia Saudí, Marruecos y los Emiratos Árabes Unidos.
El responsable de la diplomacia jordana, Ayman Safadi, dijo que todos los ministros de Asuntos Exteriores estaban de acuerdo en que no habrá estabilidad en la región hasta que no se reconozca el Estado palestino con las fronteras de 1967, informó el diario israelí Haaretz.
El gobierno de Israel ha anunciado la creación de una lista negra que prohíbe la entrada de activistas que promueven el boicot contra el Estado Sionista:
“aquellos que ocupan cargos importantes en las organizaciones incluidas en la lista y también otros claves, aunque no tengan puestos relevantes.”
Hasta el dia de ayer no se habían difundido los nombres de las organizaciones vetadas, lo que facilitó la deportación a su llegada al aeropuerto de Ben Gurión a varios activistas que no sabían que estaban en la lista negra del Estado de Israel.
Entre las veintidós organizaciones que aparecen en el listado están BDS Chile, la estadounidense The Jewish Voice for Peace y la Asociación Francesa de Solidaridad con el pueblo palestino.
Recientemente el Gobierno israelí aprobó el uso de 75 millones de dólares estadounidenses para la implementación de una campaña nacional antiboicot, el mayor esfuerzo realizado por el Estado Sionista contra las Organizaciones de Solidaridad con Palestina y uno de cuyos elementos es la publicación de esta lista negra.
El plan del gobierno israelí incluye la creación de al menos una organización no gubernamental que trabajará para contrarrestar las presiones que reciben artistas y empresarios para no relacionarse con Israel.
La Autoridad Nacional Palestina (ANP) tiene la intención de promover su estatus en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para convertirse en un Estado miembro. De acuerdo con el informe de la ANP, Palestina intenta mejorar su estatus de observador a un miembro de pleno derecho en el organismo internacional, y para lograrlo, los palestinos tendrían que obtener la aprobación de nueve de los 15 miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU), e incluso si lo logran, lo más probable es que EE.UU. utilice su poder de veto para anular la medida, manteniendo la postura de aislamiento que maneja la administración Trump.
Un posible reconocimiento de Palestina como un miembro de pleno derecho ha provocado la ira de los funcionarios israelíes.
“Tras años de ignorar a Israel y promover movimientos unilaterales, (los palestinos) creen que pueden ignorar a EE.UU.”, dijo el sábado el embajador del régimen de Israel ante la ONU, Danny Danon.
Los palestinos han conseguido desde 2012 el reconocimiento de su Estado ante la Asamblea General de Naciones Unidas. 138 países votaron a favor de convertir a Palestina en un “Estado no miembro” en lugar de una “entidad” en la Asamblea General de Naciones Unidas