Dios no es egocéntrico, él nos dio la vida, nos trajo al mundo a cada uno de nosotros con un propósito, alabemos y glorifiquemos su nombre, sigamos los caminos que nuestro Señor Jesucristo nos enseño.
Cuando preferimos las cosas del mundo antes que las cosas de Dios, estamos haciendo mal. Debemos orar consecutivamente a Dios, ponerlo en el centro de nuestras vidas ya que es lo mejor para nosotros, él quiere que lo hagamos porque nos ama y sabe que solo seremos felices de esa manera. El cielo es sobre la gloria de Dios y él nos está invitando a su historia. "Si pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios" (1 Cor. 10:31).+
Orarle a Dios nos permite elevar el alma, el corazón, buscar su misericordia. Oremos sin cesar, ya que orar significa derramar de modo sincero, consciente y afectuoso el corazón o alma antes Dios, por medio de Cristo, en el poder y ayuda del Espíritu Santo, buscando las cosas que Dios ha prometido, o conforme a su palabra, con fiel sumisión a su voluntad. Hay un poder especial en la oración que nos permite descargar toda la energía que tengamos y sentirnos aliviados de tantas dificultades que los humanos vivimos, encontramos paz en su gloria. Un abrazo hermano @hiroyamagishi
Pablo lo expresa a la perfección, "Porque de él, por él y para él son todas las cosas. A él sea la gloria para siempre. Amén" (Rom. 11:36).
Existen muchas personas en la humanidad que dicen que Dios es egocéntrico porque se ama a sí mismo más que lo que nos ama a nosotros...
Sin embargo, Jesús dio su propia vida por nosotros. En conclusión, Dios nos ama tanto como a su propia vida.
Aceptemos que es Nuestro Salvador, a partir de ahí comenzaremos a ver lo que hace por nosotros y notaremos que no es egoista sino bondadoso y bueno.
Gracias a Dios. Creé un chat grupal en la aplicación Telegram. Por favor únase para recibir notificaciones cuando las publique todos los días alrededor de las 7 en punto de la tarde. https://t.me/SoporteLatinoamerica