Dios no se equivoca. Dios no es como el hombre cuyo pecado requiere un juicio. "Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en Él" (1 Juan 1:5b). "Justo es Jehová en todos sus caminos, Y misericordioso en todas sus obras" (Salmo 145:17). Mi Dios es perfecto y maravilloso, lo que no entendemos ahorita lo entenderemos después. Todo en esta vida tiene un propósito. No hay culpa en nuestro Dios, ni errores que Él haya cometido, ni falla alguna en su Hijo. Jesús no cometió pecado en pensamiento, palabra o hecho (Hebreos 4:15). Satanás estaba desesperado por revelar incluso una falta en Jesús, pero el diablo fracasó completamente en sus intentos (Mateo 4:1-11). Jesús sigue siendo el Cordero sin mancha y sin defecto (1 Pedro 1:19). Al final de la vida de Jesús, su juez terrenal, Poncio Pilato, declaró: "Ningún delito hallo en este hombre" (Lucas 23:4).
Por otra parte, los jóvenes sufren debido a pestilencias y enfermedades que surgieron cuando el Señor maldijo a la tierra después de que Adán y Eva pecaron. Él desterró a Adán y Eva del Jardín del Edén, separando a los humanos del poder rejuvenecedor del Árbol de la Vida. Dios advirtió a Adán y Eva que si comían del Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal, “morirían ciertamente” (Gen. 2:17), y no agregó “en su vejez y de causas naturales”. Simplemente dijo “ciertamente morirán”.
Hoy en día muchos jóvenes enfermos se preguntarán: Si Dios en realidad me ama, por qué estoy sufriendo? Por qué un Dios amoroso permite el sufrimiento? Para muchos, las injusticias y las enfermedades parecen ir en contra de la imagen de Dios amoroso y misericordioso.
Cuando entendemos el plan de felicidad de Dios sabemos que la felicidad definitiva nos espera a aquellos que vienen a Cristo y guardan los mandamientos de Dios. Este plan de felicidad honra la elección, al albedrío, como un precioso obsequio.
Tal vez no sabemos en realidad la profundidad del sufrimiento del doliente, pero Cristo lo sabe. Él ha sufrido por todos nosotros.
Para todos aquellos que llevan la carga del sufrimiento, consideren que el plan de felicidad de Dios no eximia a su Hijo Unigénito de sufrir este sacrificio universal de amor que nos permite soportar de manera individual nuestros dolores, con la esperanza de curación definitiva. El Salvador dijo “ Venid a mí todos lo que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” ( Mateo 11:28). Podemos encontrar descanso, no culpando a Dios por nuestros problemas, sino en el amor de Dios el cual brinda esperanza y la fuerza para soportar las cargas y asumir los dolores del prójimo.
¿Cuál debería ser nuestra actitud hacia el sufrimiento? Debe ser de adoración. Deberíamos decir: “Oh, Dios, creo que Tú eres el gran y poderoso Dios. No entiendo todas las cosas que están ocurriendo en mi vida, pero, oh Dios, confío en ti”. Y, pedirle a Dios que nos enseñe todo lo que quiere que aprendamos acerca de Él, acerca de nosotros, acerca de los demás y de cómo podemos ministrar a los que sufren. Que Dios le bendiga siempre @hiroyamagishi
El Hermano Eli Soriano está vivo en Youtube en este momento ...