Cordiales saludos a todos los participantes de este taller. Sigo con problemas técnicos que no me permiten comentar otras intervenciones, pero los leo. Gracias a @morey-lezama por ofrecer un texto tan bueno para esta discusión.
Comenzaré diciendo que me gusta mucho el texto de @morey-lezama, «Las cosas quedan con el fuego». Es un cuento con una fuerte carga poética y con mucha fuerza expresiva. En este sentido, me parece muy atractivo; me encantan estos textos limítrofes, cuya adscripción genérica uno no sabe determinar con precisión: ¿es un cuento?, ¿es un poema?, ¿es más cuento que poema o a la inversa? Ni qué decir de aquellos que se mezclan con piezas discursivas no consideradas artísticas o literarias (recordemos, además, que el cuento comienza con una marca que lo acerca al texto epistolar). Sin embargo, en el cuento de @morey-lezama creo que es muy evidente su estructura narrativa, determinada por el accionar del personaje principal.
Me gusta que a pesar de la alta densidad poética el perfil del personaje está muy bien dibujado, se vean además claramente sus acciones, sus desplazamientos, el desarrollo narrativo del relato. Es un trabajo de fina orfebrería, cuidadoso, detenido, detallado. Yo solo le pediría que aclare la frase: «En la ausencia de dolor, intento absorber mi propio dolor al no ser quien sufre en otra parte, en algún reporte de la prensa», porque su sentido se pierde en la vaguedad. El uso de la frase simple, corta, precisa, incluso de una sola palabra, es muy valioso en este cuento. Esto tiene un efecto en esa claridad narrativa a la que me refería y en el ritmo de avance de las acciones. Hace gala de un lenguaje depurado, bastante limpio, al que se dan giros líricos que están muy bien equilibrados con respecto a toda la estructura del cuento.
Respecto a que la protagonista se toque su clítoris, no me hace ningún ruido, ni tampoco me dice de una conducta masculina. Por el contrario, es una pincelada más de su perfil y de su relación con el personaje. Recordemos el título del cuento; queda la pasión sexual y el deseo carnal por la pareja perdida. No es solo la relación amorosa (de pareja, asumo yo) platónica, sino también de encuentro y goce de ambos cuerpos, las sensaciones que produce ese recuerdo; y eso también queda -digo yo- después y a pesar del fuego.
Comparto con @rjguerra su deseo de que haya una mayor descripción del jarrón que contiene las cenizas, aunque quizá esto hubiese dejado por fuera de este taller el cuento de @morey-lezama. Pienso que el otro momento, el del vaciado de las cenizas, es necesario narrarlo, pues para ello parece preparar todo el cuento. Este es un vacío narrativo muy notorio, en especial porque la mujer se ha regodeado bastante para hacerlo.
ubicación del lector, es decir, que el cuento no parece enterar al lector acerca de qué va sino hasta que ha avanzado bastante en el texto, por haber proporcionado una información con demora, ya hacia la parte final del segundo párrafo. Cuando uno lee y relee se da cuenta que las marcas están desde antes, incluso si uno no se ha percatado de ello. Fíjate que ese retraso se justificaría, en cierta medida por la afirmación «Mientras me preparo...», por lo que el personaje nos está diciendo que no nos puede informar de sopetón el asunto, requiere preparación, al parecer por lo difícil que le resulta. Las acciones que siguen nos ratifican ese regodeo, encender la tele, el radio, ver el facebbok, revisar las noticias...Finalmente, quiero discrepar con el comentario de @decomoescribir en cuanto a la
Nuevamente agradecer a @decomoescribir por esta experiencia. A @morey-lezama, seguir trabajando para que consolide cada vez más su propia voz como narrador y darla a conocer, atreverse a publicar, compartir su trabajo con otros. Creo que hubiese valido la pena su participación en esta discusión.
Abrazos a todos.
¡Aó!
Excelentes y puntualísimas observaciones.
D.