Yo estaba ya lista para dormir, había apagado todo cuando empiezo a escuchar como la cortina se mueve, pensé que era la brisa y cuando abro los ojos veo que solo se mueve en un solo lugar, por lo que me pareció extraño, incluso llegué a pensar que alguien se quería asomar, pero no, al encender la luz me decido a abrir la cortina para ver que pasaba y vi que unos ojos me miraban fijamente, pensé que era una rata gigante, lo primero que hice fue gritar y salir corriendo, pues ya el animal estaba dentro de mi ventana, solo faltaba que saltara para que cayera en mi cama. Fui al cuarto de mi mamá corriendo para contarle, pues ya eran las 11:00pm y ella va al cuarto haciéndose la valiente con un cepillo de barrer, según ella lo iba a sacar con eso…
El resultado de su gran idea fue que el animal aún sin saber que era todavía, cayera en mi cama, era grande así que no era una rata, empezamos a gritar las dos sin saber qué hacer y le cerramos la puerta del cuarto, salimos en busca de ayuda y de casualidad se encontraba un vecino recogiendo su ropa y aunque no teníamos mucho trato con él nos toco pedirle ayuda (no había más nadie cerca), el muy amable fue a nuestro apt y nos preguntó ¿Dónde está?, abrió el cuarto y nos dijo:
ES UN RABIPELADO (o ZARIGÚEYA) ¿Es en serio? Yo estaba súper asustada. Buscó una manta y lo trató de atrapar, pero el animal salió corriendo y se metió a la cocina, mi mamá ya no tan valiente se encerró en su cuarto dejándome sola con el señor (Gracias mamá).
Lo peor es que te mira fijamente.
Finalmente pudimos sacar el animal, resulta que pueden llegar a ser peligrosos, según la información que encontré:
“Las zarigüeyas o rabipelados no son animales peligrosos, pero pueden tornarse agresivos y morder si se les acorrala o intenta atrapar, momento en el que emiten un sonido bastante agudo y repetido, aunque es más probable que desplieguen otros métodos de defensa menos ortodoxos.”
Fuente
Imaginen, todo lo que le hicimos podía causar que ese animal nos hiciera daño, pero lo importante es que no pasó nada grave y él quedó vivo.
En fin, esa fue una de las tantas historias de mi cuarto, porque si, no es el primer animal que me visita.
Gracias por leerme, Dios los bendiga.
Cuéntenme, ¿Alguna vez ha entrado un animal en su cuarto?
Si es así comenten cuál, los leo.
Na'guará... yo me hubiese muerto. Te admiro, yo en la historia soy tu mamá, jajaja. En mi cuarto han entrado hasta ratones, no más, y salgo corriendo, imagino que con un rabipelado doy por perdido el cuarto... Saludos.
Jajajaja fue horrible