A veces contemplo el mundo y me siento absolutamente agradecida con mi existencia, porque puedo ser parte de la humanidad y sentir de maneras múltiples la vida, como un ente indivisible del que todos somos parte. Entonces, inmersa en la grandeza del todo, encuentro razones de sobra para crear. Encuentro ganas de decirle a los míos cuanto los amo y a la Tierra lo hermosa que es. Encuentro ganas de hacerle saber a todos que mis sentidos no me alcanzan para aprovechar lo que el universo me da. Allí, en el agradecimiento, hallo la inspiración para dibujar, para bailar, para cantar, para fotografiar, para actuar y para escribir. Todo esto después de observar, escuchar, tocar, oler y degustar.
Otras veces me siento derrotada por las circunstancias que se me presentan, agotada de percibir la cantidad de movimientos y pausas que surgen, arrecha con el mundo por la cantidad de dolor y las injusticias. Entonces encuentro razones para protestar y hallo dentro de mí una fuerza que necesita ser expulsada para no terminar de quebrarme.
Cuando logro conseguir estos extremos, así esté desbordante de alegría, de rabia o de tristeza, me siento poderosa. Me hago la idea de que tengo semillas suficientes para sembrar, y de que tarde o temprano, veré frutos. Pero hay otras veces… Unas lamentables (e indescifrables aún) veces en las que no siento nada, en las que veo un cuadro y no encuentro significado, en las que veo una obra teatral y no siento emoción, en las que leo poesía y me parece vacía. Entonces, no sé porqué, me parece que todo el mundo es igual de insípido y no le encuentro sentido a la existencia. Me descubro a mí misma intentando convencerme de que probablemente hay cosas que no he descubierto por las que vale la pena esperar. ¡Sin embargo a veces me cuesta horrores hacérmelo saber!
La mayor tortura es cuando me divido en dos, en un ser desmotivado y otro esperanzado.
A veces, durante instantes que se me hacen eternos, debo confesar, creo que el arte no existe, que es solo un invento de una idea demasiado buena como para dar por sentada su ficción. ¡Entonces no quiero ser artista, sino cualquier otra cosa que no me haga pensar! O morir incluso, que se me hace exactamente lo mismo. Pero luego recuerdo el amor. Recuerdo… ¡Eso es todo! Vuelven a mí imágenes como destellos; un abrazo, un beso, un suspiro, un niño sonriendo, un pájaro cantando, una palmera, el mar, el sol, la luna, los amigos, la familia, el teatro, la escuela, los museos, las parrandas, la comida, las risas, las lágrimas, las metidas de pata, mis sueños, el autobús, los desconocidos, los cuerpos, el ritmo, las formas, la plástica, los colores, los ruidos y sonidos, el movimiento, la tensión… ¡Y la vida! Pienso entonces “¡Qué tonta! No dejes que te vuelva a pasar”.
(ambas fotos me las tomé una mañana bonita con atisbos de nostalgia)
Magnífico post, envuelto en belleza por tu forma de expresarte, buenas fotos, gracias por compartir , el equipo Cervantes apoyando el contenido de calidad.
Gracias infinitas, su apoyo es tremendo motivante para seguir creando y compartiendo en esta comunidad.
Wow, anonadada. Creo que esa palabra describe lo que siento, siento que ese es el mal que trae el tener una sensibilidad grande y una consciencia del ser demasiado consciente jajaja y es que al saber y entender lo que somos y nuestro entorno es increible el pensar que por el mundo deambulan seres que a esto no le prestan atención... y es que tan fácil que es ir por el mundo sin saber, dicen que la ignorancia es un regalo, pero yo me rehuso y protesto por el saber, porque pensar es doloroso, pero no pensar debe ser agotador, cuando me encuentro ante el desconocimiento de temas me siento perdida y cuando los empiezo a entender, es ahí, donde me siento poderosa, donde descifro una cosa más de este mundo tan inmenso y lleno de tantas cuestionantes. Disculpa que me extendí tanto pero es que me reflejé en los tres parametros, los tres que nos hacen crear y todos que nos hacen sentir llamas incontrolables en el hacer, o que nos pueden hundir si los dejamos conquistar. Saludos!
¡Ay, Alexa! ¿Cómo me vas a pedir perdón por extenderte? Más bien te lo agradezco, me gusta cómo piensas y lo que haces.
Le he dado muchas vueltas a esa reflexión de si "la ignorancia es un regalo". Empecé a cuestionármelo después de haber visto la película Gentlemen Prefer Blondes cuando tenía 11. Si mal no recuerdo, el personaje de Marilyn Monroe comenta que si llega a tener una hija, prefiere que sea tonta, porque cuando son inteligentes son infelices. Algo así llega a decir, no puedo citarla, no soy buena para eso. El asunto es que haber escuchado eso cuando empezaba a penas a saber que el mundo puede cuestionarse fue muy impactante. A veces, dependiendo de mi humor coincido con la mentalidad de ese personaje, pero llego a recordar que la ignorancia te hace también vulnerable ante los demás. Sea como sea, la vida no es una batalla de quién sabe más o quién está más ciego, se trata de ser felices, cada quien encuentra su camino.
Me encanta que tu reflexión esté basada en tu asombro por el mundo, allí me encuentro contigo (al menos la mayoría del tiempo). Tienes toda la razón, entender el mundo también te hace feliz.
Pensar demasiado respecto a la vida siempre nos trae tanto beneficios como problemas, quizá conocernos amando la vida y también sin saber qué sentido tiene vivir, crear o experimentar, nos da un marco de referencia nuestro y de la misma vida, quizá no haya que pensar tanto al respecto y enfocarse en esas cosas maravillosas que nos hacen sentir vivo, y sino lo logramos de hacer, aprender a vivir con ello y dejarlo a un lado. Saludos!
Es verdad, Sophia, pensar tiene sus beneficios como sus problemas, así como todo en esta vida. Debemos encontrar un equilibrio, entre seguir siendo seres con ideas y reflexiones propias, y a la vez seres que aceptan circunstancias incombatibles. Una buena manera de hallar el balance es enfocarse en las "las cosas maravillosas que nos hacen sentir vivo", muy cierto.
¡Gracias por comentar y compartir tu punto de vista!
Hermoso escrito, tienes muchos sentimientos/pensamientos que compartimos y si al final no hubieras puesto la frase “¡Qué tonta! No dejes que te vuelva a pasar”... te lo tendría que escribir yo.. hehehe felicidades por tu post.
¡Qué bueno compartir maneras de ver las cosas! Gracias por tu comentario, lo aprecio enormemente. :)
"¡Entonces no quiero ser artista, sino cualquier otra cosa que no me haga pensar! (...) Pero luego recuerdo el amor."
Que hermoso esto que has escrito Ale, un abrazo.
Me alegra que te gustara, tocayo, significa mucho para mí, porque como ya te lo he hecho saber, tu arte me llena. Ver tus fotos forma parte de esos días repletos de agradecimiento.
Estupendo! me gustó mucho tu escrito, gracias por el contenido que sin duda nos identifica a muchos.
¡Me alegra que te haya gustado, Alexandra! Gracias por comentar :)
Cuánta luz emiten tus palabras <3
Gracias, gracias, gracias <3
La sensibilidad que expresas es para darte las gracias, que manera tan dulce y agria de ver el mundo es asi subjetivo , cada quien ve lo que le apetece tu ves belleza asi no lo quieras. Tremendo y sentido