Casi arruinan una celebración…
Agarraba mi tenedor y mi cuchillo para comer mi delicioso almuerzo, el cual me lo había preparado mi hermosísima madre recuerdo que era pollo relleno con queso parmesano, estaba acompañado con puré de papas y una rica ensalada cesar, entonces solo basto probar un pequeño bocado de ese delicioso pollo para sentir una explosión de sabores en mi boca, si lo pudiera comparar con algo seria con el sabor de la gloria (indescriptible).
Mientras yo saboreaba ese estupendo almuerzo sonó mi teléfono celular, era un mensaje de texto que decía “Doctor llego un paciente y lo espera en la sala de emergencia”, no tuve más opción que parar de almorzar y casi con una lagrima en la cara tuve que guardar de nuevo mi deliciosa comida. Al llegar a la emergencia observo a una señora a un señor y a una muchacha con una medalla en su cuello todos estaban muy bien vestidos, apenas me acerque la muchacha me dice:
- ¡Doctor! ¿puede atender a mi papa?
- Es su mano derecha y tiene muchísimo dolor.
Por lo cual hice pasar al señor a la sala donde lo iba a evaluar, el señor estaba muy nervioso y en eso comenzó a sudar, mientras me mostraba su mano pude notar que el señor y yo teníamos el mismo modelo de zapatos lo cual me puso a pensar:
- “Este señor usa zapatos de gente joven o yo uso zapatos de gente vieja”
Sinceramente me parecía gracioso, al observar bien su mano le podría notar un pequeño aumento de volumen en el dorso de la mano, al tocar pude sentir una protuberancia en uno de los huesos lo cual no es normal, sin dudarlo le indique realizar una radiografía de la mano y rápidamente se la fue a realizar. Al regresar con la radiografía pude observar una pequeña fractura en un metacarpiano, en eso le explico muy bien al señor que había una pequeña fractura y que se debía operar, pero aún tenía la duda de cómo había sucedido eso.
El me comenzó a narrar, mire doctor ella es mi hija, y se acaba de graduar no se imagina lo hermosa que se veía cuando caminaba hacia la tarima donde le iban a entregar su diploma, no se imagina el orgullo que sentía, pues yo nunca tuve una carrera profesional y con tan solo ver a mi hija recibiendo el premio (su título universitario) que yo nunca pude recibir, me lleno de total emoción que nunca deje de aplaudir eran muchos los aplausos pero los míos eran los que sonaban más, la emoción no me hizo percatar que detrás de mi había una columna y cada vez mis aplausos eran más grandes, hasta que pufff, mi mano al estirarla para aplaudir golpeo contra esa columna, al momento no sentía dolor pensé que era algo pasajero y seguía aplaudiendo a mi hermosa hija, ya al terminar el acto de graduación mi hija se me acerco y al abrazarla fuertemente sentí un fuerte dolor en mi mano derecha y es por lo que tuve que acudir a usted mi apreciado doctor.
Yo, de verdad al ver al señor tan emocionado decidí salir de la sala a felicitar a la hija por su gran graduación, pues había obtenido un título en comunicación social, por lo cual aproveche la ocasión también para informarle que a su padre iba a operar, se alarmaron un poco pero les hice notar que era una cirugía sencilla que iba a realizar, donde colocaría una pequeña plaquita, ellas (madre e hija) sin dudarlo aceptaron la situación, el señor fue llevado a quirófano donde comenzaría la acción, la cirugía era muy sencilla, donde un gran equipo quirúrgico pudo colaborar era algo para soñar, “muchas manos ayudan a una sola mano” decía una enfermera al finalizar. Al salir de la operación fui rápidamente a mi habitación a terminar lo que tenía pendiente que era comer mi delicioso almuerzo, después de comer y disfrutar la comida en mi paladar me sentía algo cansado y me fui a recostar.
Ese mismo día ya unas horas más tarde fui a la habitación de mi paciente, donde estando con sus familiares les enseñe el resultado de la cirugía, ellos no podían creer lo pequeña que era la plaquita con lo que repare la fractura, y yo les dije:
- Esta es una plaquita muy especial que tu papa jamás va a olvidar
- Tu padre te ama con tal devoción que sus aplausos se escucharon hasta en Plutón.
- Felicidades nuevamente por tu graduación y a todos ustedes por ser una familia con mucha unión.
- Ya para finalizar les digo también que a su padre de alta lo voy a dar, así que aprovechen y vayan a celebrar jejeje.
La hija totalmente llena de emoción se paró me abrazo y su madre muchas gracias me dio, el padre de la muchacha que fue el operado se me acerco para decirme que estaba yo estaba invitado a su fiesta de graduación que en su casa iban a realizar, yo muy sorprendido tuve que aceptar y ese día también me fui a celebrar.
“El cariño de nuestros padres supera fronteras y limites inimaginables, solo ellos pueden amarnos con tanta energía, nosotros como hijos somos su premio o logro mejor”
Excelente historia! senti la emocion del padre mientras leia como fue que se fracturo. exito!
gracias de verdad yo también la sentía cuando el me contaba la historia
Estaba tan emocionado que no sintió dolor, que hermosa historia con final feliz
si de verdad que si