La batalla apenas comienza…
Rómulo Guillen era miembro de un batallón de médicos en el área de la traumatología durante el conflicto para decidir el tratamiento de una fractura grave en noviembre de 2017. Su misión era ascender en cuanto a conocimientos y neutralizar esas fracturas enemigas de sus pacientes. Se ofreció voluntario para ir abriendo el ascenso en conocimientos y arrojar su ayuda a sus compañeros tras él.
Durante el ascenso recibió muy malas noticias, las fracturas se desplazaron y acabaron con la paciencia de la mitad de su escuadrón medico (incluido su mando), lo cual no logró frenarle. Una vez arriba, en un arranque de locura, corrió a través de los pasillos del hospital hacia el primer el cuarto de los materiales de síntesis, era todo un bunker. Durante la carrera recibió 3 llamados de atención, pero logró arrojar una flatulencia por un pasillo neutralizando a todos en su interior.
Después prosiguió corriendo hacia el segundo cuarto, recibiendo más regaños. Alcanzó su interior y con sus saludos distrajo a los cuatro enfermeros militares fuertemente armados de su interior.
En ese instante, los restos de su escuadrón medico alcanzaron la cima del conocimiento y no pudieron creer lo que veían. Entre todos alcanzaron el tercer bunker o cuarto que estaba cerca del quirófano y lo finiquitaron sin problemas.
Por su valor mucho más allá de lo que establece el deber, recibió la el elogio de sus compañeros por tan eficaz labor.
Un Miembro de la inteligencia médica, deseaba saber que era lo que sucedía en el interior de esos misteriosos cuartos que aparecieron en su hospital. Por ello, se dejó capturar por los traumatólogos voluntariamente para investigar en persona lo que sucedía en esos lugares. El campo en el que decidió infiltrarse se llamaba "Banco de Osteosíntesis."
Durante algunos meses, esa Dra. llamada Gaby informaba puntualmente de las salvajadas que sucedían en el hospital como quien da el parte del tiempo. Cuando le quedó claro que los traumatólogos no iban a hacer nada para remediarlos, escapó del hospital por sus propios medios.
Se ve que Romulo le había tomado el gusto al riesgo porque tras aquello decidió combatir a la fractura con un excelente arsenal de piezas metálicas.
Pero ahí no acaba la cosa, tras quedar impactado con esas cajas quirúrgicas compuestas de un excelente acero y un buen titanio, Romulo, que no simpatizaba con las ideas de otros doctores, decidió seguir infiltrándose e informando de los horrores de la fractura que iba a tratar. Aquello no gustó a los directivos de la institución, que lo capturaron y le condenaron a operar a un paciente 3 veces. Hasta el regreso de la mejoría de ese paciente, mencionar el nombre de este valiente doctor en este hospital podía valerte una sanción.
A pesar de todas las heridas que le realizo a ese paciente, este doctor, uno de los mayores estrategas que ha dado la historia de ese hospital, logró salir victorioso en cuantas cirugías participó. La más recordada de sus gestas históricas es la de ese paciente el cual presentaba más de diez fracturas. En él, defendiendo el criterio medico lleno de grandes conocimientos aplicando sus técnicas, comandado por nadie en particular, su nombre se hizo inmortal.
Esta historia es una creación inédita basada en el tratamiento de una fractura distal de tibia, pero con un toque bélico para poner a volar la imaginación un poco.
Todas las fotografías aquí colocadas son autoría de: Rómulo Guillén y fueron capturadas por un teléfono celular marca BLU modelo VIVO 5R
jajaja muy bueno tu post, gracias por compartir. El equipo Cervantes apoyando a la comunidad.
Jejejeje muchas gracias eso me alegra mucho
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Hombre, me sentí aterrorizado y atrapado hasta el final. Muy buen escrito.