La ansiedad.
Aquella mala amiga que nos acompaña a donde sea que vayamos, que nos arrastra a la inestabilidad de no poder seguir una vida normal, donde poco a poco nos consume llegando a un punto donde ni tu mismo sabes que esta pasando dentro de ti.
Sabes que tienes ansiedad cuando sientes que el corazón se te va a salir del pecho y va explotar; esa sensación se llama taquicardia, algo muy difícil de controlar.
Poco a poco sientes aquellas palpitaciones llegar a tu cráneo y sentir una fuerte presión en tu cabeza que se va volviendo caliente. Sientes opresión en el pecho, falta de aire, temblores, sudoración, poco a poco con el tiempo se vuelven molestias digestivas, náuseas, vómitos, ese “nudo” en el estómago tan incomodo, las alteraciones de tu alimentación se hacen más notables al paso del tiempo, o tu ansiedad es tan grande que solo la llenas con comida o no sientes nada de apetito. En esos episodios de tensión y rigidez muscular tu cuerpo siente cansancio por un periodo largo de tiempo que hacer tus actividades se vuelve un martirio, por ultimo hormigueo, sensación de mareo e inestabilidad.
Todo estos síntomas y muchas cosas más conforman la ansiedad, y si no lo sabias y llegas a sentir frecuentemente estos síntomas, lo más probable es que estés sufriendo de ansiedad.
Mi historia con la ansiedad remota desde hace 5 años, junto con otros trastornos emocionales, mi vida parecía ser un torbellino de emociones que no podía controlar, mi vida diaria era un completo desastre, apenas tenia las fuerzas para realizar una pequeña actividad como hacer una llamada o ir a comprar en la tienda de abajo.
Todos estos años no hice nada para cambiar mi realidad, y comenzó a reflejarse en mi salud. Mi piel estaba seca todo el tiempo, el cabello se me caía abundantemente, estaba cansada todo el tiempo, mi rendimiento académico disminuía cada vez más, y la comida era mi consuelo, sin darme cuenta ya estaba llena de trastornos y problemas graves, que solo el estar al borde de la muerte me hizo reaccionar.
En esta tormenta de cosas que no podía identificar, no parecía tener salida, hasta que decidí buscar ayuda y con el tiempo he averiguado como calmarme en mis crisis y enfrentar la ansiedad, y eso es lo que hoy quiero compartir contigo.
Reconocer tu dolor es muy importante.
No reprimir tus emociones te ayuda a liberarte, a reconocer que no eres una victima si no el dueño de tus emociones. Es momento de aceptar tu problema y poder expresarte contra el.
Aprende a distraerte.
Cuando te estés sintiendo mal, identificalo. Se lo difícil que es distraerse cuando un problema ronda por tu cabeza, pero es cuestión de que practiques. Haz tus actividades favoritas o habla con alguien más de otro tema que no sean los tuyos, hasta que encuentres tranquilidad.
Aceptate como eres, acepta los cambios, acepta las persistencias.
Justo ahora eres un ser humano lleno de dificultades, acepta que es una parte importante de tu evolución, algo que inevitablemente paso, que eres imperfecto, pero que tienes el poder de tu futuro, y de cambiar las cosas de ahora en adelante.
Deja de criticarte tanto.
Es hora de que dejes de juzgarte por todo lo que haces o no haces, lo que pudiste decir o lo que no, no frenes las emociones dentro ti, pueden ser positivas y estar tan acostumbrado al dolor que lo malinterpretas.
Usa la esperanza como tu mejor amiga.
En vez de destruirte, aferrate a lo que te sigue poniendo en pie, tal como la corriente del mar, siempre hay algo que te mantiene en constante nutrición, crea metas alcanzables y no te aferres a cosas que por los momentos son irrealizables.
Esta es la más importante para mi: ¡Cuídate!.
Cuida muchísimo de ti, tienes que darte todo el amor y comprensión que mereces.
Todos debemos cuidar aquello que nos hacer ser nosotros, darnos fuerzas, nutrir nuestro ser, eso se va a reflejar fuera de ti y le dará cosas positivas a los que te rodean.
Vuelves grandes problemas en pequeñas soluciones.
Identifica que pasos simples puedes dar para solucionar un gran problema y darle fin. Lo más pequeño que puedas hacer crea una gran diferencia.
Cambia lo que puede cambiar
Que no te estrese ni te entristezca. Puedes soportar y sobrevivir a las tormentas, porque sabes que sólo hay una opción y esa es crecer cada vez más. Si ves que siempre habrá una situación que te moleste, hazte más grande que ella. Cambia tú en vez de intentar cambiar esa tormenta.
Cuida tu bienestar, impulsa tu salud a otro nivel.
Muévete, corre, brinca, baila, sal a caminar un largo rato. Mientras más te mueves, más joven eres, y las hormonas de ansiedad van bajando al drenar mediante esfuerzo físico. Cuida tu alimentación, debes darte el amor que mereces, tu cuerpo es como una maquina que necesita mantenimiento, si tú no te cuidas nadie lo hará por ti.
Hoy me siento muy feliz de poder compartirles mis tips para la ansiedad, puede ser diferente para cada persona, y tu efectividad depende de cuanto lo apliques a tu vida diaria (si estas en un episodio muy fuertes escucha sonidos relajantes como la lluvia).
Cariños míos, la vida es muy difícil pero de esto se trata luchar, de intentarlo. A primera vista parece ser algo que no funciona, porque a veces queremos la solución de nuestros problemas como si fuera magia o todos los males pasaran con una poción de Harry Potter y listo, problema resuelto. Hay que ser realistas y luchar, hay que nadar o si no la corriente te llevara a lugares oscuros, recuerda que si se vuelve algo que no te deja vivir lo mejor es ir a terapia psicológica y buscar ayuda.
Gracias por leerme, ¡los quiero mucho! <3, si te ha parecido útil puedes darme tu voto, y si tienes alguna duda la responderé por comentarios, ten un hermoso día y sonríe.
Hey!, muy buen post, Voy a recomendarlo! saludos, te sigo!
a mi me da mucha ansiedad si no toma café por mas de un día XD pero mis tres tasas de café diaria controlan eso