Existen miles de escritos en la web sobre motivación, inteligencia emocional, y cientos de consejos de como verle el lado bueno de la vida. Es difícil hacer eso en Venezuela, sin embargo a pesar de la complicada situación que atraviesa mi país, se puede decir que lo siguiente es un fuerte intento de que la negatividad no se apodere de nuestro ser, mas allá de la problemática personal o familiar que vivimos. Salgo de este punto que todos ya saben de que trata (lo que vivimos en Venezuela) y me voy al punto del post. Hace unos días estando analizando la sociedad en un conocido parque capitalino llamado PDVSA la estancia, llegué a unas conclusiones personales, que hoy luego de vivir una experiencia personal de distracción me llevó a realizar el presente escrito, por lo que el mismo lo dividiré en dos capítulos.
Capítulo I
La vida tiene sentido, a veces siento que he perdido el norte , sin embargo observo a mi alrededor y veo que la vida tiene sentido, las personas realizan actividades, corren, van al gimnasio, hacen yoga, estudian una carrera, tienen varios trabajos, precisamente porque la vida tiene sentido. Se lo damos nosotros mismos los seres humanos, con cada cosa que hacemos, nuestras creencias, posturas, hobbies y gustos. Cuando me introduzco en el vacío existencial, me cuesta verle el sentido entre tantos problemas, mi país tiene la peor situación de américa, y aun así viendo a mi alrededor a pesar de la maldad, los demonios individuales, mentales, aun hay razones para levantarse y seguir. Hay mucho por probar, mucho por vivir, incluso por repetir (soy creyente que ciertas situaciones oportunas valen la pena volverse a vivir). El ¿qué? y el ¿cómo?, solo lo puedes responder tu mismo. Pienso que mas allá de mis pesares, de mis errores por los que me castigo de forma cotidiana, existen muchos aspectos que dan color a mi vida, esto pensando en lo que he logrado, en lo que he vivido, me digo a mi mismo, que sí!, valió la pena. Todo esto pensando más allá de los falsos éxitos, las falsas apariencias que todos tenemos para parecer interesantes y que nuestro entorno tenga una idea de los que "somos".
Lo único que importa es lo que hicimos, por lo que vivimos mas allá de lo que aparentamos. Morir y no tener nada que atesorar en ese último suspiro, eso sí sería estar derrotado, por nuestra vida y por la muerte.
Sólo nos queda levantarnos una y otra vez ...
Exactamente amigo, buen post