“Una ardilla que se muere delante de tu casa puede tener más relevancia para ti que gente muriendo en África”. Esta perla de El Creador está recogida en el ensayo ‘#Republic: Divided Democracy in the Age of Social Media’ (Princeton University Press, 2017) escrito por el Profesor de la Universidad de Harvard Cass R. Sunstein. Un monumento al escepticismo digital que partiendo de la histeria post elección de Trump, amplifica el mea culpa de las clases pensantes estadounidenses ante su Armagedón político al… uso, abuso y mal uso de las redes sociales. Está bien estar todos conectados. Gracias El Creador! Pero, vamos a darle al pause un poco. Ok?
Preguntado por la pertinencia, o no, en tu timeline de las noticias a las que la plataforma te expone, la justificación de la ardilla tiene todo el sentido del mundo si tu objetivo, tal y como declaró en la sesión del control en el Senado, es “vender publicidad, señoría”. El modelo de negocio se sustenta en afinar la pertinencia de los contendidos a los que lo usuarios son expuestos para que el usuario haga click. Y, por lo tanto, que Facebook haga caja. El famoso algoritmo, la nueva receta de la Coca Cola, es el instrumento de afinación que te hará hacer click basado en tus preferencias (demográfico, localización, historial…) y lo que tu entorno publica – comenta – valida. En Facebook, el producto eres tú. Y aquí es dónde la lógica comercial empieza ha darse de bruces con la democrática.
Sustein demuestra basándose en experimentos de psicología del comportamiento sobre la construcción de la identidad que, si Facebook es la base de tu dieta informativa, probablemente te encuentres después de unos meses de uso con un cuadro clínico de crispación, polarización y radicalización. Además de tener un ‘nosotros’ cada vez más exclusivo y un ‘ellos’ cada vez más inclusivo. Lo llama las ‘Echo Chambers’. Y define el efecto secundario principal del algoritmo en tu salud ciudadana. Si tu entorno valida tu punto de vista, tu opinión sale reforzada. Si en tu entorno no hay voces discordantes, tu posición sale aún más reforzada. Le has dado –Me Gusta- a Donald Trump? Bien de historias relacionadas con la corrupción de Hillary Clinton. No muchas discordantes. Le has dado –Me Gusta- a Hillary Clinton? Bien de historias sobre la maldad Donald Trump. No muchas discordantes.
(Imágen: Trump Tower en New York City)