Regresión. Los griegos crearon la democracia. Y la República. The Original. También el espacio público. La Plaza. La idea, entonces, era que en el espacio público diferentes personas se juntaran y pudieran hablar, compartir, dialogar. Y disentir. Una de las bases para el funcionamiento de la república era, en teoría, la transmisión por canales públicos, no partidistas y libres de la información con la finalidad que la ciudadanía, pudiese construirse una opinión y así contribuir al bien común.
El papel de Facebook como medio para ejercer la libertad de expresión es indiscutible en todo el mundo (menos en China que solo se puede acceder vía VPN). El Creador probablemente jamás imaginó que iba a poseer un canal de difusión de contenidos accesible por el mayor número de personas en la historia de la Humanidad. La imprenta se queda en juego de niños. Y los efectos que este canal ha tenido, ha tenido y va a tener en amplificar la voz de las minorías o de los movimientos sociales en todo el mundo es hoy, en el Occidente del matrimonio Gay, el 15M, el Black Live Matters, la Primavera Árabe o el #MeToo, innegable.
Pero, y si al desalojar la acción social (y nuestro pensamiento social) hacía ese medio estuviéramos poniendo piedras a todo movimiento de cambio? Y si estuviéramos dando un valor a la información que va directamente en contra el modelo de sociedad democrática que llevamos siglos construyendo? Y si la regulación no solo tiene que ir hacia la protección de los datos (gracias Unión Europea) pero también hacia la protección de la libertad de expresión basándose en los principios de neutralidad y ciudanía? Y si la libertad de expresión tuviese que ser definida, y regulada, no sólo como el derecho a decir lo que te se salga de los pixels pero, también, a que las empresas, casi monopolios, que te permiten acceder a ese contenido se rigieran por lógicas no solo de optimización de cuenta de resultados?
Estas son pues las dudas razonables por las que soy Facebook Negativo.
Aunque, también, es adictivo (neuromarketing, alguien?), existen vínculos demostrados entre su uso y la depresión , los filtros para las fake news todavía están lejos de funcionar, censura mejor los pezones que el hate speech, no se sabe lo que la empresa registra sin tu consentimiento explícito (tu cara, tu búsquedas de explorador, tus movimientos de ratón, tu voz…), la ONU ya ha dicho que su uso en Myanmar está relacionado con la crisis humanitaria de los Rovingya , fenómenos vírales como Lady Gaga o el Estado Islámico jamás habrían ocurrido si no llega a ser por Facebook…
Gracias El Creador. Es una maravilla estar todos conectados. Pero, no es hora de hablar un poquito de regulación?
(Imágen: Oficinas de Amazon en Seattle)