Un sentimiento que comparto como muchos venezolanos últimamente, es doloroso y triste estar lejos de nuestra raíces salir de la zona de confort y peor aún tener que luchar con las malas caras y malos tratos de personas que sienten que uno llega a quitarles su espacio, cuando lo que queremos es el derecho a tener una estilo de vida más digno y ayudar a los pedacitos de corazones que dejamos. Solo deseo despertar y que la pesadilla termine.
yo espero igual amiga... lo has dicho muy bien, esto que muchos estamos viviendo es una pesadilla