El caporal y el espanto
Fue una noche sin luna invierno de mayo, corría una brisa de esas que enfrían al llano, se escuchaban murmullos, quejidos y un llanto largo, venia trayendo en las manos el ánima de un condenado, era un tenebroso rayo su compañero y aliado, hasta unos toro pitaban de temor y acobardados, el atajo se perdía en el monte más cercano, y un caimán negro se refugiaba en un charco, le pregunta un llanero a otro ¿cámara usted es bien macho?, el responde “yo lo sé y no lo eh dudado”, porque los hombres son hombres y la historia lo ah demostrado, se enfrentan al mundo cruel o se matan a balazos, ¿pero pelear con los muertos? Solo se a visto en mi llano.
El cuento que hoy les traigo no muchos lo han escuchado, y se veneran al llanero que desafió al condenado, sin más armas que el valor y el honor de ser cristiano, llaneros de los alrededores pocos llegaban al hato, donde habita hoy la leyenda del caporal y el espanto, aunque muchos se quedaron para probar lo contado, ninguno aguanto toda la noche y se marchaban en sus caballos, dices aquellos que vivieron esos tiempos que en épocas de trabajo se espantaban los rebaños, y aparecía en la llanura un hombre negro y bien alto, soltando una risotada que acobardaba al mas guapo, cuenta la leyenda que Marcelino una noche fría de verano se paseaba en la llanura y oyó que estaban cantando, y que a llegar a un morichal, vio galopar al espanto, que vomitando fuego se alejaba en la sabana.
El catire José Amalio su paciencia iba agotando, hombre de recio valor que nunca lo habían asustado, no le paraban los peones aunque fueran bien pagados, y ninguno se atrevía a sabanear los atajos, y dice en voz fuerte:
“maldito ese pedazo de muerto al que llaman el condenado, me voy a ir a buscarlo solo le voy a pegar un balazo, ese jodido esta creyendo que yo me voy a quedar tranquilo pero conmigo se equivoco lo voy a mandar para el carajo”.
Y bien resuelto iba el hombre en su caballo, llevaba en su cartuchera la cruz que es la señal del cristiano en su sombrero la virgen patrona del llano, y en sus labios de coplero a florentino y el diablo,“espanto de la llanura que acobardas al más guapo” esas fueron sus palabras al llegar aquel sitio, “vengo a buscarte pelea, como quieras condenado, soy tigre que en la sabana nunca lo han acorralado”.
Sería la media noche, el llano estaba asustado, una noche tan oscura que no se veía nada, y el relincho de una bestia anuncio al recién llegado, mientras que una risa de ultratumba rompía el silencio del llano, el cielo se estremeció, un rayo cayó al mismo tiempo, y una tempestad con rayos y fuego, cobijaban al condenado, porque en la oscura noche un hombre lo había desafiado:
“¿qué quieres de mi le pregunto aquel espanto?, si quieres pelear conmigo alístate José Amalio, porque voy a demostrarte que para mí no hay humano, que se atreva a desafiarme aquí en mi inmenso llano”.
Jajaja respondió José Amalio:
“¡acomódese cuñao! A mí no me asustan sombras, ni con luces me acobardo, yo soy como florentino que le dio paliza al diablo, traigo a la virgen del Carmen prendida a mi escapulario”
se oyeron sonar unos tiros, se escucharon cuatro balazos, cuatro cruces que apagaron el fuego del condenado, y dos jinetes que entre si se abalanzaron, reclamando con fuerza su lugar en el llano.
Se acabo la tempestad se oyó un silencio sagrado, comenzó la madrugada se escucho el cantar del gallo, y una brisa disolvía el olor a azufré quemado, mientras que tirado en el piso sin sentido se encontraba José Amalio, el llano lo despertó con un concierto embrujado y el roció de la mañana sus labios acariciaban, ya no volvería jamás el alma del condenado, la valentía de un llanero al mal había derrotado. Esta es una leyenda que escuche de niño, porque aquí en los llanos de Venezuela hay muchas de esas. Y para despedir quisiera mandarle un saludo a los amigos @schamangerbert, @abigail-dantes, @moisesmcardona, y a los equipos de @votovzla, @reveur. Porque día a día, apoyan a muchos aquí en nuestro país Venezuela a través de la plataforma. Gracias
excelente post saludos @shikamaru
gracias @florsakura, que bien que te gusto, saludos para ti también.
Tal vez no se trate de una leyenda pero, nunca me gusto quedarme sola de noche en la finca, no sabia determinar si los hombres a caballo en la madrugada eran reales o no