Soy de las que no logra botar un traste sin culpa, y de las que guarda envases de refresco, y de las que recoge tubos de cartón en la calle... y pare de contar. Pero también soy de las que se levanta por las mañanas como "Cerebro", tratando de conquistar el mundo, con un Pinky en el bolsillo, lo cual acelera la creatividad, sin duda. Ésta es la historia de una de esas mañanas, con los días que le siguieron, que no fueron muchos. Este golpe creativo sirve para hacer una casita de juegos o de lectura para niños, e incluso un teatrino... ¡o lo que se les ocurra!
Pueden comentar y preguntar, y por supuesto, divertirse.
Primero... recopilar y pegar (silicón frío o caliente será suficiente):
Segundo... frisar y texturizar (con cola blanca y papel crepé o de seda, hojas de servilleta, periódico, etc.).
Tercero... pintar. Pueden utilizar pintura de caucho, o cualquier otra a base de agua (2 capas de pintura).
Y por último... ensamblar cada muro utilizando las salientes para que la casa sea desmontable y portátil.
RECICLAR...
¡es casi una forma de vida!
Les dejo la fase del techo para una próxima entrega. ¡SALUDOS!
Buenisimo, tambien soy una loca reciclando hasta el minimo papelito. Me encanta que lo que muchos ven como basura, personas con tu creatividad lo vean como algo util para volverlo a usar, con otro fin. Muchas felicidades.
Muchas gracias. Me alegra que te haya gustado este post y haber encontrado a otra amante del reciclaje por aquí. Saludos.
Has logrado darle utilidad a lo que iba a ir a la basura, es urgente cambiar la mirada y construir espacios para que los niños se diviertan y aprendan. Saludos @shirleyarnao
Gracias, amiga. Los niños en las escuela le dieron un montón de usos a la casita, e incluso a los muros por separado. Como teatrino fue increíble. Un abrazo @charjaim.
¡Muchas gracias! Es un voto muy apreciado.