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Amigos de Steemit quiero compartir con ustedes mi viaje por la universidad durante los 7 años que duró.
Hay un dicho que dice: "que mejor tarde que nunca" y eso fue lo que me pasó. Comencé a estudiar tarde a nivel universitario. La verdad no me llamó la atención antes, me concentré en trabajar, ayudar en los gastos a mi mamá, que crió sola a sus 5 hijos.
Con la ayuda y orientación de una amiga que también comenzó a estudiar pasada la edad pude inscribirme y conocer la universidad poco a poco. Hacer amistad fue fácil porque me inserté en la modalidad de Educación Integral para Docentes. Veía clases los viernes en la tarde y los sábados en la mañana. Se le daba esa facilidad de estudios a los docentes que trabajamos todos los días de la semana.
Me pareció, por lo menos al principio que la carrera de Educación integral era fácil. En muchas oportunidades comprobé que con sólo mostrar interés y atención a las explicaciones de los profesores resolvía evaluaciones y participaba con facilidad.
Cuando tenía que hacer trabajos yo sola era muy sencillo, pero cuando era en equipo resultaba lo más estresante. Generalmente nadie quería llevar la delantera; para citar a todos en un lugar especifico, a una hora especifica, me tocaba a mí. Muchas veces no venía el grupo completo y todos querían ser incluidos sin hacer nada. Nadie se ponía de acuerdo, todos aportaban sus opiniones y no se llegaba a ninguna conclusión.
En ocasiones, la presión de la universidad, la ocupación de los quehaceres de la casa, el atender a mis hijos y esposo, el trabajo como docente era tanta, que pensé en dejar de estudiar, pero no lo hice. Al mismo tiempo, decía que con la ayuda del Dios Todopoderoso iba alcanzar mi meta y así fue. Experimenté su ayuda de muchas formas; mi mamá, hermanas carnales, esposo, amigas, me ayudaron y dieron el ánimo para seguir adelante.
Después de 7 años con la ayuda de Dios y mi familia logré graduarme. Alcancé mi meta. La clave: no darme por vencida.
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