Sin cortesías por favor, ambos sabemos lo que guardamos en nuestro interior.
Siempre puedes huir y venir a mi, prometí una vez que siempre estaría para ti, he quebrantado tantas promesas, pero está sigue en pié, y cada que llega la noche, me preguntó, "por qué".
Así que dejémonos de cortesías y refúgiate en mi, úsame como te apetezca, sólo por está noche, y posiblemente las siguientes, seré tu marioneta inerte, careciente de emociones, con un botón de encendido o apagado.
Tú eliges cómo usarme, tú decides si encenderme o apagarme.
Hasta que salga el sol, y recobre mi vigor, hasta que vuelva el ocaso y me transforme nuevamente la herida, materializandome en una marioneta careciente de vida.