En la noche, cuando todos dormían, no importa a qué hora, Tom presencio algo fantástico…
En un lejano pueblito, donde el edificio más importante es la iglesia y lo más ruidoso que se escucha es el pasar de las bicicletas, se encuentra la casa de los abuelos de Tom, que vino desde la capital para visitarlos por primera vez, una casita blanca con techo de ladrillo y fachada colonial, que en su patio trasero alberga un bosque mágico, e incluso, algunas veces, se logra escuchar el sonido de una cascada o estanque, pero nunca han podido encontrarla, a pesar de haber recorrido el terreno de extremo a extremo.
A pocas horas de ocultarse el sol, Tom noto que los insectos y demás animalitos estaban algo agitados y se comportaban de manera extraña, los vio marchando al interior del bosque, desde hormiguitas hasta mariposas vestían impresionantes trajes con moño y vestidos coloridos, al dar la noticia a su familia, no le tomaron en cuenta, solo rieron.
Sin ganas de seguir insistiendo, volvió al patio para continuar viendo lo que hacían los bichos, noto que ya estaba oscureciendo, pero no fue problema para ellos, de una en una, aparecían luciérnagas para alumbrar el camino con su luz, creando una especie de sendero, eran tantas, que parecía que en el interior del bosque hubiese caído un gran cometa fugaz, por cada espacio entre las ramas y las hojas se filtraba una bella e intensa luz dorada.
Ya era la hora de dormir, a pesar de haber rogado, no le dejaron que jugara por más tiempo en el patio, era ya muy tarde. Cuando todos dormían, no importa a qué hora, se escabullo por la ventana y se decidió a seguir a los bichos al interior del bosque. Guiado por las luciérnagas no tropezaba con los arboles ni las piedras, escucho el murmullo de un estanque aproximándose, de pronto, se topo con una gran roca frente a sí, sin embargo, los bichos la atravesaron escalándola, el no podía hacerlo, le era demasiado difícil, la luz de las luciérnagas se alejaba dejándolo atrás, pensó en devolverse, pero estaba muy oscuro, le dio miedo.
Con todas sus fuerzas llego hasta arriba, y entonces, vio a todos los insectos del bosque sentados alrededor de un estanque tranquilo, cuando la luz de la luna se poso sobre el, del agua brotaron flores de muchos colores, que sirvieron de escenario para grillos, sapos, orugas y muchos otros, que con sus instrumentos musicales deleitaron a Tom con una bonita y agradable melodía, los búhos también acompañaban con su canto nocturno, incluso arañas, que con sus ocho patas, tocaban y tejían sus redes a la vez. Tom se sentó al lado de un tronco, tenia sueño, ya era tarde, escucho un poco más el concierto, pero se durmió después de que todos aplaudieran y la luna se ocultara.
A la mañana siguiente, su madre no lo encontró en la cama, sino en el bosque junto a un charco de agua. Él le conto todo lo que vio, ella le confesó que cuando era niña le ocurrió algo similar, pero al mudarse a la ciudad nunca más volvió a pasarle --Es porque estamos acostumbrados al ruido de los autos y de los trenes y además nunca habías visitado un pueblo antes. En la ciudad uno nunca se detiene a escuchar la sinfonía de los insectos- y le respondió, ojala viviésemos aquí.
Strocchia
Fuente
Muy bueno, tienes mi voto
jaja gracias vale
Me encanta, pasa por el mio.
Wow...
Me gusto mucho :'D