Bob Dylan compartía el entusiasmo de su generación por el r&r, pero vio en el folk un medio que favorecía su expresión artística, puesto que le ofrecía la posibilidad de mantener intacto su individualismo frente un negocio que parecía querer dirigir su creatividad.
Cuando Dylan grabó su primer álbum para la Columbia, en 1961, la mayoría de las canciones formaban parte del circuito folkie, sólo dos composiciones eran propias, ambas del estilo de Guthrie y Ramblin' Jack Elliot. Pero al año siguiente, llegó una etapa crucial para su desarrollo: Pete Seeger volvió muy impresionado de un viaje a Gran Bretaña por el folk que se hacía por allí. Junto a otras dos grandes estrellas de ese estilo musical, fundó la revista "Broadside", donde se publicaban las letras de las mejores últimas canciones que en esos momentos se estaban escribiendo. Con un foro semejante como plataforma, Dylan parecía estar más preparado que nunca para la acción, y publicó en la revista canciones emocionantes, insertando bellas imágenes con frases de estilo “monólogo interior”. Bob, que respondía al signo de los tiempos como un sismógrafo, se convirtió en la expresión de todo lo que los movimientos folk y protesta representaban colectivamente.
Cuando grabó su segundo disco, "The Freewheelin' Bob Dylan", dejó con la boca abierta a todos los que lo escucharon: desde los mejores días de Elvis Presley, Buddy Holly o Jerry Lee Lewis, ningún cantante blanco sonaba tan desafiantemente auténtico e intransigente con los antiguos ideales. Había surgido una voz en la que los jóvenes se reconocían, se identificaban con ella, la seguían como si de un flautista mágico se tratara.
Tras publicar "The Times They Are A-Changin'", viajó a Inglaterra, donde no sólo era conocido, sino también la inspiración de muchos cantautores, seducidos por la atmósfera íntima de sus composiciones. La admiración fue mutua; en especial, al de Duluth le asombró el tratamiento que dieron The Animals a “The House Of The Rinsing Sun”, que sonaba con más energía que nunca.
En el Newport Folk Festival de 1965, Dylan cantó algunas canciones de su repertorio ("Like A Rolling Stone" entre ellas) electrificándolas con el sonido de los músicos que le acompañaban, nada menos que The Paul Butterfield Blues Band. La indignación que causó a propios y extraños en aquella catedral del folk, contaminándolo con guitarras eléctricas, da para otro artículo: fue abucheado hasta la ronquera, el propio Pete Seeger, indignado, asombrado, asustado por aquella distorsión del sonido en “su” festival, corría como loco por el backstage, pidiendo un hacha para cortar los cables que daban vida al amplificador.
Nunca se lo perdonaron, pero con "Blonde On Blonde", el folk-rock llegaría a su apogeo, pues lo único que ocurría en realidad, era que los tiempos estaban cambiando; el rock ácido se había hecho fuerte en San Francisco, y Bob Dylan también quería participar de ese viaje, porque se sabía capaz de poner palabras a lo que su generación sentía, como cuando en 1967 escribió:
"Los carteles de publicidad te engañan
para que pienses que tú eres el único
que puede hacer lo que nunca ha sido hecho,
que puede conseguir lo que nunca se ha logrado,
mientras tanto la vida sigue su curso
ahí fuera, a tu alrededor.
(…) Propaganda, todo es mentira."
- It's Alright Ma (I'm Only Bleeding)
Fotos:
https://www.pinterest.es/voiceofsouth/southern-music/
Esa blasfemia eléctrica en la catedral del folk siempre me saca una sonrisa. Por otro lado, te recomiendo, si no la has visto, la peli de los hermanos Coen 'A propósito de Llewyn Davis'. Además de ser una gran película sobre esa precisa época la figura de Bob Dylan sobrevuela todo su metraje.
Después de leerte, he buscado la película y la he visto esta noche, se me hizo cortísima, vaya homenaje a toda esa gente con una guitarra pegada a las manos. Al final, se "ve" a Dylan cantando Farewell. He investigado algo, y está basada, en parte, en la vida de Dave Van Ronk, al que tampoco conocía hasta hoy. Gracias por la recomendación, lo he pasado muy bien.
El gran Bob Dylan, fascinante información, muy bien documentada.
Se agradecen tus ánimos. Un beso, Mari.