Por aquella época, los norteamericanos más conservadores cerraron filas en torno al senador Joe McCarthy y su famosa “caza de brujas”, con la que pretendía suprimir a cualquier personaje público con inclinaciones izquierdistas, o que se lo parecieran. Se lanzaron presiones insidiosas sobre amigos de amigos, vecinos o conocidos, para obtener “confesiones” de “simpatizantes comunistas”, y la industria del espectáculo, estrechamente ligada al mundo de la publicidad mediante el patrocinio de programas de radio y televisión, se rindió, en general, al chantaje gubernamental, dando de lado a cualquiera con indicios de conexión con reivindicaciones o compromiso político. Pete Seeger contaba con una muy bien documentada carrera en el activismo social, así que The Weavers se vieron obligados a separarse en 1956.
Phil Ochs
Tres años después, una jovencísima Joan Baez hizo un espectacular debut en el Festival Folk de Newport, con una imagen muy diferente del estereotipo popero femenino: en vez de maquillaje y vulnerables y delicadas sonrisas de tía buena, pero formal, dejaba adivinar en ella una tranquila seguridad, llevando ropas cómodas y dando su opinión sobre todo tipo de temas que normalmente valía más no abordar, como las políticas opresivas del gobierno contra los indios nativos, el Extremo Oriente, América Latina, o la población negra estadounidense de las zonas del sur. Era ella quien elegía sus canciones, se acompañaba de su propia guitarra y cantaba como un pájaro, un ángel, o cualquier otra metáfora de voz cristalina.
Joan Baez
Sus álbumes llegaron pronto a las listas de los más vendidos, aunque fueron boicoteados por los programadores de radio, horrorizados por el contenido inconformista de sus canciones. Tanto Joan como Phil Ochs, entre otros, se identificaron de manera explícita con los movimientos políticos asumidos por la juventud estadounidense. El activismo de todos ellos se basaba en la desconfianza hacia las autoridades y en la defensa de los sojuzgados, por lo que se oponían a la segregación racial y, cuando aumentaron las acciones bélicas, también a la guerra de Vietnam.
Imágenes:
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http://www.watershedpost.com/2016/phil-ochs-song-night
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http://momentosdelpasado.blogspot.com.es/2015/08/protestas-contra-la-guerra-de-vietnam.html
Buena serie esta del folk usano. Ese libro de fotocopias grapadas es igual de único e irrepetible que cualquier códice medieval.
Es artesanal, no cabe duda, sobre todo me gusta de él que salió a la calle por el camino más rápido, porque nunca creyó que nadie lo leería, la forma le interesaba más por la ética que por la estética. Un ser ingobernable.
Alucinante: el regreso de la Inquisición, en la forma del ultraortodoxo MacArthy y una jovencísima Joan Baez, que ya me tenía loco con temazos como The night we drove old Dixie, Blowing in the wind o Billy's prison trilogy...Y las fotos, que hablan por sí mismas, si bien en aquellas movidas yo todavía era un pisamocos...
Bueno, incluso ni habíamos nacido con alguna de ellas. Pero ya estábamos en camino, algo de eso se nos tuvo que contagiar.
Seguro que sí