El Peor Veneno del Mundo

in #spanish6 years ago

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El veneno más poderoso del mundo no lo tienen las serpientes, ni las arañas. El veneno más mortífero lo tiene el ser humano mismo.

No hay arma inventada por el hombre, que supere el poder devastador que tienen las palabras.

Sin embargo, les damos uso sin percatarnos de su poder. La palabra tiene el doble filo de construir y destruir. Pueden ser ladrillos para construir o puñales para destruir.

Un individuo puede deteriorar su salud con sólo repetirse nefastas palabras que atenten contra sí mismo.

Pero igual podría cultivar su salud, si tan sólo cambiara la intención de estas.

Unas frases de aliento y reconocimiento podría iniciar exitosas carrearas de aquellos que amamos, pero igual, sea o no con intención, pueden aniquilar lo que podría haber sido una carrera prometedora.

Son incontables las pérdidas que han hecho las palabras envenenadas con la baja autoestima, con la mala intención, de quien las pronuncia.

Un comentario sarcástico, podría frustrar a quien apenas ha descubierto su propósito de vida.

Sobre todo, si existe un lazo emocional con esta.

Aquellos que no pueden controlar sus palabras, que tienen suelta la lengua, dominada por el rencor, es porque no tienen metas constructivas; andan por la vida dejando que los vientos de la envidia les gobiernen el rumbo.

La falta de disciplina suelta el veneno que mata los sueños. Pocos pecados son tan graves como ese.

Existen castigos que aplica la justicia de las naciones por los robos, destrucción, asesinatos; pero no contemplan castigos ni cárcel, ni siquiera multas, por destruir vidas con la sagacidad con que se arrojan al ton ni son palabras con una ponzoña peor que la de mil alacranes.

Recuerda que ese veneno es tóxico también para quien esparce. Se cuece entre los pensamientos, marchitando los sueños, y todo empieza con un “no puedo”.

Deja que tu auto estima te eleve el valor de tus palabras. Arroja tus virtudes a los cielos, y disfruta como siembras semillas de grandeza en cada oración que emitan tus labios.

Cuida de cada palabra, no las dejes salir de ti al azar, y menos cuando una emoción negativa está presente en tu corazón.

El mundo te agradecerá con creces el cuidado que tengas con lo que siembras, y eres un agricultor que cosecha sueños, los propios y los de tu prójimo.

Saludos,
Thomas Flores.