Un chico Solitario
Llegar a casa, sacarme los zapatos, aflojar mi corbata y fumar un cigarrillo era mi ritual todas las noches. Vivía solo en un pequeño departamento en el centro de la ciudad, mis padres habían muerto hace un tiempo y no tenía familiares cercanos, se podría decir que estaba solo en el mundo a mis 22 años de edad, un poco triste si te pones a pesarlo detenidamente, pero mi vida nunca fue tan solitaria como lo era ahora. La cocina era una de las pocas cosas que me apasionaban y en algún momento quise hacer de eso una profesión, pero tuve que dejarlo.
Mi día transcurría en salir de casa e ir al trabajo que quedaba a pocas cuadras de allí; un pequeño restaurante muy elegante donde tenía que ir vestido un tanto formal para mi gusto y donde de no ser por las propinas a duras penas me alcanzaría para mi sustento; y al terminar volver a casa. Algunas veces cuando la luna estaba llena me sentaba en la ventana de la habitación a contemplarla y recordar momentos de mi infancia que sólo lograban llenarme de nostalgia y en ocasiones era visitado por un pequeño gato callejero que al igual que yo buscaba algo de compañía en este mundo sin sentido, pasaba horas acariciando su pelaje mientras ronroneaba a gusto sobre mis piernas.
Desde siempre había odiado los procesos repetitivos pero básicamente mi vida se había convertido en un pequeño círculo vicioso en el que era consumido por el consumismo, quería que fuera diferente pero no me esforzaba para cambiarlo, la apatía era mi mejor amiga, caminaba conmigo de la mano todos los días aunque en secreto anhelaba que desapareciera. Cada mañana despertaba resignado a que mi día transcurriera como cualquier otro; tostadas para el desayuno, una taza de café con sólo un terrón de azúcar y leer otro capítulo de uno libro de los viejos libros que había heredado de mi padre.
Me alistaba para ir al trabajo cuando un bullicio hizo que me asomara por la ventana, aparentemente se trataba de un choque en el que uno de los conductores se había quedado dormido *-pobre tipo- pensé -seguramente había tenido una jornada muy dura de trabajo o quizás había dejado que se le pasarán las copas, lo que sí es que algún problema o problemas debía tener el pobre- no hubo heridos, pero el choque había ocasionado una tranca en plena calle y muchos conductores estaban un poco exasperados. Pretendía seguir alistándome cuando como un destello pasó ante mis ojos, me gire nuevamente en dirección a la calle a ver sí podía distinguir aquello que había visto de reojo y lo hice, se trataba de una blusa, con un tipo de pedrería que al contraste con el sol creaba un brillo casi imposible de pasar desapercibido.
La blusa la usaba una chica, alta, piel tersa, labios voluptuosos pero delicadamente coloreados, cabello largó y rizo, muy bien cuidado a mi parecer. Al igual que su blusa la chica desprendía un brillo natural, al caminar lo hacía con tanta firmeza y seguridad como sí conquistara el mundo con cada paso que daba. La perdí de vista al cruzar la cuadra pero su recuerdo no se borró de mi mente, el verla despertó en mí una curiosidad inexplicable, un deseo de conocerla que quizás nunca sería cumplido, sin desearlo se volvió un enigma en mi cabeza.
Continúe con mi día a pesar de no poder sacarme la imagen de esa chica de mi cabeza, lo cual me trajo varios líos pues no podía concentrarme en el trabajo, tomaba mal los pedidos, había derramado más de 10 bebidas en lo que llevaba de día y hasta hice caer a un comensal por no calcular bien el ángulo de la silla al invitarlo a sentarse, pero vaya que no podía pensar en otra cosa que no fuera ella. -mesa 5 un frapucchino, mesa 7 dos tortillas capressas y 2 batidos de frutillas, mesa 2 un plato de pasta del día y un jugo de naranja- me repetía para no olvidarlo, para mi mala suerte ese día sí que estaba lleno el lugar. Sonó la campanilla de la entrada al restaurante, un nuevo comensal estaba anunciando su llegada, me giro en dirección a la entrada y me preparo para atenderlo y asignarle una mesa pero en lugar de eso al ver de quien se trataba quedo inmóvil y dejo caer la bandeja que llevaba...
Nota a todos los lectores: prometo continuar la historia y subir la siguiente parte muy pronto ^^
Los leo luego.-Chao
Buena historia... Te has ganado una seguidora. :)
Gracias^^ no sabes lo feliz que me hace que te haya gustado x3 un placer tenerte de seguidora.